Literatura
Knausgard sigue su lucha
El escritor visita Barcelona para presentar «Tiene que llover», la quinta entrega de su serie de novelas autobiográficas.
El escritor visita Barcelona para presentar «Tiene que llover», la quinta entrega de su serie de novelas autobiográficas.
Hace tiempo que cuando se habla de los países nórdicos ya no tenemos que pensar en historias policíacas. Karl Ove Knausgård ha logrado convertirse por derecho propio en el nombre del momento gracias a la serie de novelas autobiográficas «Mi lucha», publicadas en español por Anagrama y en catalán por L’Altra Editorial. El autor noruego visitó ayer Barcelona para presentar «Tiene que llover», la quinta entrega de «Mi lucha», además de ofrecer una charla en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB).
Fue precisamente esta institución el escenario por la mañana de una rueda de Prensa en la que habló flanqueado por sus felices editores Jorge Herralde y Eugènia Broggi. «Nunca esperé lo que ha pasado con estos libros cuando comencé a trabajar en ellos», dijo Knausgård añadiendo que el nuevo volumen «ha sido muy divertido de escribir porque es el que pretendía escribir cuando tenía 20 años, pero lo pude hacer con 42».
El escritor recordó que «todo empezó cuando quise escribir sobre mi experiencia a partir de la muerte de mi padre. Empecé en ficción, pero no me resultaba verdadero y yo quería que fuera real y creíble. La búsqueda de la lengua era mucho más importante que los hechos. En un principio, iba a ser una novela solamente sobre la muerte de mi padre, pero todo fue creciendo». Ese crecimiento se traduce en 3.600 páginas y el aplauso de la crítica y del público.
El hecho de volcar su propia vida y la de aquellos que lo rodean le ha hecho tener algunos problemas, especialmente con su entorno más cercano. Sin embargo, Karl Ove Knausgård sostiene que «tienes que dejar de lado el daño que le haces a la familia cuando escribes. Cuando estaba con los dos primeros libros, solo en la habitación, pensaba que nadie lo leería, no podía pensar en las consecuencias que todo esto podría tener. Pero llegaron esas consecuencias y fueron un infierno». En el que será el sexto y último tomo de «Mi lucha» el lector constatará que «vuelvo con una crudeza dura, allí donde las cosas duelen».
El escritor reconoce que el trabajar en «Mi lucha» ha hecho que «hayan cambiado cosas, pero mis miedos fundamentales no. Me acepto más a mi mismo, pero también a mi padre al analizarlo. Escribir te ayuda a perdonar y he entendido la complejidad humana y a mi padre».
Precisamente la familia de su padre es la que ha visto con peores ojos sus primeros libros. «La primera reacción fue violenta por la imagen que ofrecía de mi padre y de mi abuela. No creo que un libro sea más importante que la vida. Lo que sucedía es que el conflicto continuaba con la familia porque negaban lo que había escrito, como el alcoholismo de mi padre y de mi abuela. Decían que yo había escrito todo eso por dinero. Al cabo de un tiempo recibí una carta de un lector que conocía a mi padre y que lo que contaba no es que fuera cierto sino que era peor».
El autor noruego admite que ha llegado a pensar que alguno de sus hijos podría escribir sobre él, pero él lo tiene claro. «Creo que fallaría como padre si se dedicaran a la escritura. Es algo que me he planteado mucho. De todas formas, si se dedican a escribir los animaré», apuntó.
La serie «Mi lucha» se limita a seis ejemplares, pero ayer se le preguntó a Knausgård si no le tienta la posibilidad de seguir con alguna nueva entrega. El escriro dijo entre risas que probablemente cuando llegue a los noventa años volverá a ponerse en ello y a hacer balance de lo que ha sido su peripecia vital, pero no quiere que todo esto se extienda hasta las 10.000 páginas, algo que le ha sugerido Thure Erik Lund, a quien definió como el mejor escritor noruego actual, de quien dijo que «como no se traduce al inglés no lo conoce nadie».
FICHA:
«Tiene que llover»
Karl Ove Knausgård
ANAGRAMA
25,90 euros
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