La CUP juega de nuevo con los presupuestos

Dice ahora que vincula la cuestión de confianza a la hoja de ruta y no a las cuentas de 2017.

Nada más anunciar que en septiembre se sometería a una cuestión de confianza, el president de le Generalitat, Carles Puigdemont, avisó de que iría vinculada a la redacción de una nueva hoja de ruta y a los presupuestos de 2017. Si algo tenía claro Puigdemont, es que en caso de superar la moción no quería volver a revivir el calvario de negociar con la CUP otros presupuestos, en este caso los de 2017, que deberían empezar a debatirse en otoño. A diferencia de las cuentas de 2016, los presupuestos del próximo año no pueden volver a prorrogarse. Consciente de ello, el vicepresidente económico, Oriol Junqueras, insistió ayer en que la cuestión de confianza irá vinculada a un proyecto presupuestario para 2017 porque no tendría sentido superar la moción y al mes volver a encallarse en otro debate.

Los diez diputados de la CUP estaban sentados en sus escaños cuando Puigdemont avanzó cuatro pinceladas sobre la cuestión de confianza. Pero ayer actuaron como el pececillo «Dory», que sufre amnesia enterógrada, y con el que la factoría Disney hace un homenaje al dicho «tener memoria de pez». La CUP, empeñada en marcar el rumbo de la legislatura, avisó ayer de que desvincula la cuestión de confianza de los presupuestos y de que su voto estará ligado a un acuerdo sobre la hoja de ruta hacia la independencia. Hoja de ruta que el Govern se ha visto obligado a revisar tras el veto de la CUP a los presupuestos.

Desde el Govern, Neus Munté recordó que no negociarán un acuerdo previo con ningún grupo, como hizo con la CUP y los presupuestos, para superar la cuestión de confianza, aunque dialogarán con «todos» los grupos. Pese a que tras el veto de la CUP a las cuentas de 2016, el Govern actúa ignorando las consideraciones de los antisistema, mientras mantenga la independencia como objetivo, los anticapitalistas seguirán siendo sus socios prioritarios.

Si bien en CDC sopensan no superar la cuestión de confianza, la CUP le da esperanzas. Un día dice que el referéndum unilateral de independencia no es condición «sine qua non» para apoyar la moción, pero otro desvinculan la cuestión de los presupuestos.

Munté: «En un estado de derecho, Fernández Díaz no sería ministro»

Después de que «El Periódico» publicara ayer información que confirmaría que cargos policiales e Interior habrían trabajado en una operación para frenar al independentismo, el Govern anunció ayer que no se quedará de brazos cruzados. La portavoz del ejecutivo catalán, Neus Munté, admitió que por ahora no tienen pruebas contundentes, pero que están trabajando para encontrarlas y articular una defensa con rigor, también a nivel internacional. Las grabaciones entre Jorge Fernández Díaz, de quien dijo que «en un auténtico estado de derecho no sería ministro», y el director de la Oficina Antifraude no servirían porque no están autorizadas.