Cerco a la corrupción

La ex concejal Gassull prioriza la transparencia y la ética al proceso

Con sus denuncias, destapó las irregularidades en Torredembarra, y asegura que Mas y Junqueras estaban al corriente de todo

En la imagen, el último registro realizado por la Guardia Civil, en la sede de Convergència en Barcelona
En la imagen, el último registro realizado por la Guardia Civil, en la sede de Convergència en Barcelonalarazon

La exconcejal de ERC de Torre-dembarra, Monste Gassull, quien con sus denuncias sobre la gestión del exalcalde convergente Daniel Massagué destapó la presunta trama del 3 por ciento consistente en el cobro de comisiones a cambio de la adjudicación de obras públicas, señaló a Efe acerca de los reproches que recibe porque sus denuncias dañan al proceso soberanista que «la ética y la transparencia deben estar por encima de todo».

Las denuncias de Gassull, primero con el grupo municipal de ERC ante la Fiscalía y después, sola, ante la Guardia Civil, desembocaron en las investigaciones por el caso Petrum, cuyo alcance, como ella misma señala, «no sabemos hasta dónde llegará». «Mi abogada dice que las dimensiones son enormes», destaca Gassull, quien añade que «el caso será gordo, pero no puedo decir más por el secreto de sumario».

La ex concejal de ERC lamenta además que desde que decidiera denunciar las irregularidades cometidas por el exalcalde de Torredembarra se ha sentido «sola muchas veces». «Decían que tenía manía a Masagué; incluso mi partido me dio la espalda y me fui», recuerda Gassull para a continuación desvelar que el ex alcalde «me dijo un día que él era un miura y que no podría nunca con él; yo le repliqué que la ley sí que podría y el tiempo me ha dado la razón».

Pero el camino hasta llegar a este punto no ha sido fácil ya que sus intentos por lograr el apoyo de las autoridades a la hora de poner fin a esas irregularidad fueron muchos y siempre en vano. «Siempre que venían altos cargos por Torredembarra les estregábamos –ella y el ahora alcalde Eduard Rovira-cartas para que supieran lo que pasaba en ese ayuntamiento, estábamos atados de pies y manos».

De hecho, cuando el 27 de julio de 2013, el presidente de la Generalitat Artur Mas inauguró la remodelación del barrio Baix a Mar, también trataron de hacerle entrega de una carta en mano, que previamente registraron en la Generalitat «para advertirle que las obras eran ilegales e informale de lo que hacía su alcalde». Asimismo, advirtieron a Mas sobre un «ambiente de gueto, bajo llave, espiado y controlado» y le informaron que fueron «al Síndic de Greuges, la Defensora del Pueblo, el Tribunal de Cuentas, la Oficina Antifraude, la Autoridad Catalana de Protección de Datos y a la Fiscalía, que lo ha denunciado al Juzgado». Pese a ello, nadie prestó atención a la carta, de la que enviaron también copia al presidente de ERC Oriol Junqueras. «Nadie movió ni un dedo», asegura Gassull, quien por lo tanto señala que «ahora no pueden decir que no sabían nada».

La ex concejal recuerda incluso que trató de advertir «a los otros concejales varias veces de que participarían en votaciones ilegales, por lo que les aconsejaba que «que fueran al lavabo para no votar, pero ni caso». Una vez más. Por ello, al final, «harta» de que no le escucharan, Gassull «explicaba todo lo que hacía Masagué a través de las redes sociales y él se querelló por injurias y calumnias».

Cuando su abogada reunió todos la documentación, los tuits y las publicaciones en Facebook que sustentaban la querella del exalcalde, «fue la primera en darse cuenta de que todo aquello llegaría muy lejos».

En cualquier caso, Gassull que como independentista defiende el proceso soberanista, tiene claro cuáles son sus prioridades. «A menudo recibo reproches de que todo este escándalo daña al proceso soberanista, pero si hay presuntos corruptos, la justicia ya actuará y que cada uno pague lo que ha hecho». «La ética y la transparencia deben estar por encima de todo», concluyó Gassull.