La Generalitat abre otro conflicto con el Gobierno por Vueling

Insinúa que Fomento habría actuado con más celeridad y determinación si el aeropuerto afectado hubiera sido Barajas.

El encuentro entre Mariano Rajoy y Carles Puigdemont en el mes de abril parecía haber estrenado una etapa de tímido diálogo entre el Gobierno y la Generalitat, tras cuatro años de darse la espalda. De la cita salieron cinco acuerdos en cinco puntos sobre los que había conflictos competenciales. Ambos querían evitar recursos ante el Tribunal Constitucional en leyes relativas a la protección de la infancia, el Instituto Catalán de Finanzas y la gestión de la administración catalana. Pero el recurso contra la ley de desahucios y de pobreza energética empañó este deshielo. Superado el 26-J, no se andan ya con chiquitas. La Generalitat ha tardado 72 horas, desde el viernes negro de Vueling, en culpar al Gobierno por actuar tarde a la hora de pedir explicaciones a la compañía.

La Generalitat trató de despojarse de cualquier indicio de responsabilidad sobre el caos vivido este fin de semana en el aeropuerto de El Prat. Los consellers de Territorio y Sostenibilidad, Josep Rull, y Empresa y Competitividad, Jordi Baiget, señalaron que las competencias sobre el control de la aerolínea son del Ministerio de Fomento y añadieron que éste «ha actuado un poco tarde a la hora de pedir explicaciones a Vueling por la acumulación de cancelaciones y retrasos en el aeropuerto de El Prat». Ambos reprocharon al Gobierno que no actuara hasta el domingo pese a tener «los suficientes recursos para poder tomar decisiones de carácter preventivo».

El secretario de Empresa y Conocimientos del Govern llegó a preguntarse si Fomento «habría tenido el mismo ritmo de actuación», en el caso de que el caos aeropuertario hubiera afectado a Barajas.

La compañía canceló ayer tres trayectos, pero acumula retrasos de más de 18 horas de los vuelos de este fin de semana. Desde el jueves se han anulado 56 vuelos que han afectado a un total de 8.000 personas. El problema volverá a tenerlo hoy, porque al desaguisado de la última semana debe sumarle la huelga de controladores aéreos de Francia. La compañía avanzó que cancelará 18 vuelos, todos por culpa de la huelga y ninguno por otro motivo. Asegura que operará 700 viajes y que los vuelos cancelados son los que tenían como destino aeropuertos franceses: Lyon, Niza, Burdeos, Nantes, Tolouse, París Orly y París-Charles de Gaulle.

Al margen del expediente que Fomento ha abierto a Vueling, la Generalitat convocará a la compañía todas las semanas para supervisar cómo encauza todo este desbarajuste. Tras la reunión con la dirección de la compañía aérea, los consellers de Territorio y Sostenibilidad, Josep Rull, y Empresa y Competitividad, Jordi Baiget, decidieron que por ahora la Generalitat centrará sus esfuerzos en controlar el caos y en recabar el máximo de información sobre lo sucedido, aunque no descarta imponer sanciones en un futuro. De todos modos, el gobierno catalán sólo puede sancionar al amparo de la ley de 2010 del código de consumo que le permite castigar la mala praxis en la atención a los consumidores.

La dirección de Vueling no supo ofrecer a la Generalitat una explicación clara sobre lo sucedido. Baiget comentó a la salida del encuentro, tras el que la compañía declinó hacer declaraciones, que la aerolínea aumentará sus tiempos de escala de 35 a 45 minutos, para tener más margen de reacción ante imprevistos.

El conflicto queda politizado. Además del rifirrafe entre Gobierno y Generalitat, PP y PSC han pedido la comparecencia en el Parlament de Rull y Baiget