Cataluña

La Generalitat cree que hay negligencia detrás de los seísmos en las Tierras del Ebro

Miedo entre los vecinos tras un terremoto de 4,2 grados en la escala de Richter

La Generalitat cree que hay negligencia detrás de los seísmos en las Tierras del Ebro
La Generalitat cree que hay negligencia detrás de los seísmos en las Tierras del Ebrolarazon

- El delegado de la Generalitat en las Tierras del Ebro, Xavier Pallarès, apuntó ayer que los últimos seísmos registrados en la zona que mantienen en vilo a la población pueden estar producidos por la actividad entorno al proyecto Castor. Y, concretramente, a los trabajos que la empresa Escal UGS ha podido realizar desde el pasado 26 de septiembre cuando el Ministerio de Industria le exigió paralizar toda actividad. Pallarès señaló que otra posible causa es que el proyecto no reúna las características necesarias. La Generalitat no descarta emprender medidas legales tras recabar información.

Desde principios del pasado mes de septiembre, en la costa sur de Cataluña y norte de la Comunidad de Valencia se vienen registrando terremotos de más o menos intensidad. El peor tuvo lugar ayer sobre las 5.00 horas y alcanzó los 4,2 grados en la escala de Richter. La preocupación en los municipios catalanes va en aumento, ya que carecen de planes para abordar una posible catástrofe y denuncian falta de información.

El proyecto Castor, que se desarrolla frente a la costa de Vinarós, a 22 kilómetros en línea recta hacia el interior del mar, busca crear un almacén de gas natural donde poder inyectarlo y extraerlo a demanda del mercado. La infraestructura, que una vez acabada podrá albergar reservas para abastecer durante tres meses a toda la Comunidad Valenciana o hasta un tercio de las necesidades del mercado, se vale de un antiguo pozo de petrolífero situado a 1.750 metros de profundidad.

El proyecto para explotar el almacenamiento de gas fue adjudicado en 2008 a la empresa Escal UGS. Desde entonces, la compañía ha estado trabajando en la zona y en los últimos meses se encontraba realizando pruebas en el terreno. Concretamente, inyectando gas colchón en el almacén natural. Este tipo de sustancia sirve para rellenar las zonas de difícil drenaje posterior y como aislamiento del propio almacén antes de introducir el gas trabajo, el que consumirá el ciudadano.

La inyección del gas cambia la presión en la zona de almacenamiento, en el pozo natural. Precisamente, por ello se requieren estudios del terreno para confirmar la seguridad e idoneidad del proyecto y se realizan estos trabajos previos a la actividad normal de entrada y salida de gas natural. Los movimientos del terreno son, según los expertos consultados por este diario, lógicos ante este tipo de actividad porque las microplacas deben recolocarse y asimilar la nueva situación: la presencia de la bolsa de gas y la presión que conlleva. Los seísmos son una forma que tiene el suelo de adaptarse a las nuevas condiciones físicas. Así, hasta que las microplacas no se asienten, seguirán habiendo terremotos. Hasta la fecha se han producido más de 300 seísmos, los de mayor intensidad en los últimos tres días.

Escal UGS aseguró que el pasado 16 de septiembre finalizó las tareas de inyección de gas colchón en el futuro almacén, pero los seísmos no cesaron lo que llevó al Ministerio de Industria a exigir a la empresa paralizar toda actividad en la zona la semana pasada. El titular de la cartera, José Manuel Soria, aseguró ayer que las decisiones que se tomen en relación a proyecto Castor se harán a partir de lo que indiquen los informes solicitados al Instituto Geográfico Nacional y al Instituto Geológico.

Riesgos

Pallarès pidió explicaciones a la empresa, ya que considera que o bien ha hecho caso omiso a Industria o el gas se escapa por poros del subsuelo. Por su parte, el presidente de Escal UGS, Recadero del Potro, afirmó que la compañía está realizando un seguimiento de la actividad sísmica y que «desde el minuto 1» se ha estado en contacto con el Gobierno. Además, señaló que la empresa sigue «puntualmente» las directrices emitidas por el Ministerio de Industria.

El experto en Riesgos Naturales y vocal del Colegio de Geógrafos de España, además de asesor de la ONU, Jonathan Gómez Cantero, advirtió de que existe el riesgo de que la magnitud de los terremotos vaya a más. Por su parte Protección Civil descartó un gran terremoto, ya que los seísmo se producen en una falla situada en el mar. Aún así, y sin querer alarmar a la población, señaló que «la zona es de un peligro sísmico no despreciable».