La Generalitat ha reducido a la mitad la inversión en guarderías en los últimos 4 años

La Fundació Jaume Bofill asegura que hay un grave déficit de plazas en las grandes ciudades.

La inversión de la Generalitat en guarderías se ha reducido a la mitad en cuatro años, pasando de casi 147 millones de euros en 2009 a poco más de 71,5 en 2013, según apunta un informe elaborado por la Fundació Jaume Bofill.

El informe, titulado «De la guardería a las políticas para la pequeña infancia», denuncia que la Generalitat, pese a tener competencia exclusiva en educación infantil, «nunca ha estructurado ni organizado la red de guarderías que ayudó a crear». Según apunta el estudio, las aportaciones del Govern por niño y curso de parvulario se han reducido en un 51,4 por ciento, y, además, la Generalitat eliminó las ayudas para la escolarización de los niños en situaciones económicas desfavorecidas , y redujo a un tercio las subvenciones a las guarderías privadas.

En el contexto de la crisis económica, los recortes en este ámbito fueron «más fáciles» de afrontar para la Generalitat porque «la educación para niños entre cero y dos años no existe como derecho», señaló el autor del informe, Jaume Blasco.

Las familias vieron cómo la cuota mensual aumentaba en un 10 por ciento y la de comedor lo hacía en un 21 por ciento, mientras los ayuntamientos y las diputaciones provinciales han asumido un tercio de los recortes; en el caso de la Diputación de Barcelona, el 61 por ciento de los municipios cuentan con bonificaciones, becas o tarifas sociales en función de la renta familiar.

Pese al aumento de la cobertura general de los parvularios, gracias en gran parte a la llamada «ley de las 30.000 plazas» aprobada el 2004, que dobló el número de parvularios municipales en poco más de una década, cada año quedan sin cubrir un 10,2 por ciento de las plazas públicas y un 18 por ciento de las privadas, y hay grandes desigualdades entre los territorios catalanes. Blasco indicó el exceso de oferta concentrada en municipios pequeños y medianos, muchos de los cuales «luchan por mantener las guarderías abiertas», mientras que las grandes poblaciones experimentan «un grave déficit de plazas», como ocurre en Barcelona, donde la red pública de guarderías sólo pudo atender el 56 por ciento de las solicitudes de acceso en el curso 2014–15.

Las localidades catalanas con más escolarizados en guarderías son Esplugues de Llobregat (60,9 por ciento), Sant Cugat del Vallès (59,2), Sant Feliu de Llobregat (54,9 ), Girona (54,9) y Gavà (52,3), entre otras.

Blasco señaló que la red de parvularios se desarrolló más en los municipios con mayor renta y nivel educativo y con un índice de paro más bajo, mientras que su déficit es mayor en las localidades con menor nivel educativo y más paro, impidiendo que se atiendan las necesidades educativas.