La Guardia Urbana abre el paso a una caravana en apoyo a la «vía catalana»

BARCELONA- A menos de una semana de la Diada, las voces a favor de la independencia ya empiezan a hacerse oír y cada vez más fuertes. Las 80 cadenas humanas en el extranjero, desde el 1 de agosto hasta el día de hoy, ya integraron centenares de personas y se prevé que muchas más participarán en las 30 Vías Catalanas que aún quedan hasta el 11 de septiembre.

El éxito, sin embargo, sólo será posible si los vecinos de poblaciones con más habitantes hacen el esfuerzo de desplazarse y si el número de participantes es superior al de los inscritos, exactamente como pasó con la Vía Baltica. La complicidad de las instituciones también es fundamental y, por lo que parece, está garantizada. El pasado jueves, por ejemplo, se celebró una caravana de coches y motos por la independencia en el barrio barcelonés de Sarrià- Sant Gervasi, y la Gurdia Urbana no tuvo el menor inconveniente en detener el tráfico de otros vehículos para abrir paso a la caravana independentista.

El líder municipal del PP en Barcelona, Alberto Fernández, denunció que «Xavier Trias, como alcalde de Barcelona, no puede poner el Ayuntamiento al servicio del independentismo y debe respetar el sentimiento mayoritario de los barceloneses que, además de catalanes, también se sienten españoles».

La caravana independentista estuvoescoltada por la Guardia Urbana con cinco coches y cuatro motos patrulla, «que cortaban el tráfico y permitían el uso del claxon incumpliendo las ordenanzas», según denunció Fernández.

Asimismo, pidió al alcalde que «no se centre en destinar recursos a actividades que defienden la separación de Cataluña de España, y lo concentre en lo que es más importante, luchar contra la crisis, creaciónde empleo, más políticas sociales y mayor seguridad». Lo cierto es que Trias ya no oculta su voluntad de participar en la «vía catalana» y su apoyo al derecho a decidir.

Fernández pidió conocer los responsables que autorizaron dicha caravana y que provocaron embotellamientos en zonas de gran afluencia de tráfico en plena hora punta, ya que el desfile de coches y motos empezó sobre las 18.30 horas y terminó pasado las 20 horas.

La caravana independentista es solo una de las diferentes iniciativas que demuestran el fervor soberanista azuzado por las instituciones catalanas, que ahora parecen buscar el reflejo de los países bálticos en el septiembre de 1991. Estos últimos, después de la movilización y de la repercusión internacional alcanzada a través de la Vía Baltica, obtuvieron la independencia de la URSS solo dos años después de la cadena humana.

El pasado jueves la edición europea de The Wall Street Journal tituló «Los catalanes secesionistas se enlazan por la independencia», explicando que «el sentimiento independentista de los catalanes fue intensificado por la grave crisis española». Sea cual sea el resultado de esta Diada, el objetivo del movimiento independentista es que el mundo hable de ella, evidenciando la importancia política y simbólica de una cadena humana que se presenta como un proyecto mucho más ambicioso que la manifestación de 2012.

Empieza el desfile

La Guardia Urbana custodió este jueves una caravana independentista que recorrió las calles del barrio de Sarrià-Sant Gervasi en plena hora punta. Para ello se utilizaron cinco coches y cuatro motos patrulla que cortaban el tráfico y permitían el uso del claxon, lo que incumple las ordenanzas, según denunció Alberto Fernández. El desfile empezó sobre las 18.30 horas y acabó sobre las 20 horas.