Sanidad
La oposición acorrala a Ruiz por privatizar el sistema sanitario
El conseller defiende su controvertida gestión y minimiza sus recortes en el primer debate monográfico de Salud en 30 años
Proyectos como el Consorcio Sanitario de Lleida, el plan Visc+ de venta de datos sanitarios, el impulso de la colaboración público-privada entre hospitales de distinta titularidad que, además, amagan una privatización encubierta del sistema sanitario. Unido, todo ello, al drástico recorte presupuestario que la Generalitat ha impuesto en la cartera de salud en los últimos cuatro años, sin olvidar el caso Innova, fueron las razones esgrimidas por PSC, ICV, Ciutadans y la CUP para pedir la celebración de un debate monográfico de salud por primera vez en 30 años.
Estos grupos fueron los encargados de abrir ayer un pleno maratoniano, algo deslucido por las idas y venidas del presidente de la Generalitat al despacho donde se ultimaba la salida de Unió del Govern. En todo caso, sirvió para que la mayor parte de la oposición, a excepción de los republicanos, leyesen la cartilla al conseller de Salud, Boi Ruiz, a las puertas de unas elecciones municipales. Y es que ERC, desde el primer momento, puso en duda la utilidad de esta discusión en unas fechas tan próximas a los comicios autonómicos. Los convergentes son conscientes que tras el 24-M su posición como primera fuerza se tambalea, algo a lo que contribuye la celebración de este tipo de debates que reprueban su gestión. De «demagogia» calificó el líder de CiU la actitud de la oposición, a los que espetó querer echarle de la Generalitat utilizando como excusa la Salud. Una actitud que le recordó al «‘Váyase, señor González’» que utilizaba Aznar contra el presidente socialista. «Ahora es, ‘hemos de echar a Mas’», añadió.
En esta línea se mostró el conseller de Salut, Boi Ruiz. Tras enumerar todos sus logros al frente de esta cartera «aún con una crisis que obligó a una reducción drástica del presupuesto», reprochó a los grupos promotores del pleno sus «mentiras» en cuanto su gestión privatizadora y el haber «extendido el mapa de la corrupción». Unas palabras dedicadas a la bancada de las fuerzas del Tripartit, en clara alusión al Consorcio Sanitario de Lleida. «Señor Herrera, dígame qué privatizaciones se han producido en el sistema sanitario desde 2011 hasta hoy, qué entidad privada se ha introducido en la red sanitaria que no estuviera introducida cuando ustedes gobernaban», le reprochó al líder ecosocialista. Por otro lado, cargó contra las acusaciones de corrupción y recordó que el hecho de que «un informe de la Sindicatura de Cuentas diga que hay irregularidades no permite afirmar que hay corrupción».
La respuesta del líder de ICV fue la de calificar de «sibilina» la actitud del Govern por la opacidad con la que toman sus decisiones e ironizó al pedir al conseller que «haga uso de los servicios públicos» para comprobar «el verdadero estado en el que se encuentran». Más conciliador, el portavoz de Ciudadanos, Albert Rivera, recordó que el pleno se pidió en buena parte por el caso Innova: «Queremos evitar que la corrupción siga aprovechándose de toda la sanidad. No queremos que sea la sanidad de unos cuantos amigos del gobierno», señaló. «Empezamos este debate con la losa del del silencio. Llevamos tres años pidiendo convenios, contratos, subvenciones, conciertos... que nos expliquen qué transferencias de recursos públicos van a parar a la privada. Y no nos los dan porque esto les sirve para decir que nosotros mentimos, creamos alarmismo y hacemos demagogia», denunció la portavoz de la CUP, Isabel Vallet. Por su parte la presidenta de los populares, Alicia Sánchez-Camacho, criticó que sea la salud de CDC y del ‘procés’ lo que preocupe a Mas y no el estado de la sanidad pública catalana al haber comparecido con «un discurso ideológico que no da respuesta a las necesidades de los ciudadanos».
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