Partidos Políticos
La oposición denuncia que Mas lleva a Cataluña hacia el abismo
El PP pide a Duran Lleida que evite el acuerdo «contra natura» con Esquerra. Los socialistas denuncian que la situación «es más ingobernable que nunca»
Los 135 diputados electos ocuparán hoy por primera vez en la X Legislatura sus escaños en el Parlament. No les será difícil a los 20 diputados del PSC y los 19 del PP vigilar desde la tercera fila los movimientos que realizan CiU y ERC, situados en las dos primeras, para intentar cerrar un acuerdo que el portavoz parlamentario de los populares, Enric Millo, ve «contra natura».
Ambos partidos, pese a que están a las antípodas tanto en política económica como en la manera de encarar el autogobierno de Cataluña, ven con preocupación el escenario político al que Artur Mas planea llegar con su pacto con la ERC de Oriol Junqueras con el referéndum de autodeterminación como parada obligatoria. «Llevará a Cataluña al abismo», aseguró ayer el portavoz del PP, que pidió a Duran Lleida que «si realmente se considera un político moderado» evite el acuerdo con Esquerra, sobre que el propio portavoz de CiU en el Congreso tiene reticencias.
Los populares, más allá de su oposición frontal al referéndum de autodeterminación, temen la manera en que gestionarán Cataluña y son especialmente críticos con la subida de impuestos con la que ERC planea dulcificar el recorte de 4.000 millones del próximo año. Además, el pacto «requerirá más dinero para poder financiar las estructuras de estado que ellos quieren, la duplicidad de competencias y las subvenciones identitarias para facilitar el acceso a la independencia de Cataluña», aseguró Millo.
Gobierno de concentración
El PP considera que «todavía hay tiempo para corregir este error», de la misma manera que los socialistas ven que Cataluña «es más ingobernable que nunca». La culpa, según el primer secretario del PSC, Pere Navarro, es la apuesta «equivocada e irresponsable» de Mas por avanzar las elecciones autonómicas más de dos años, y también que ahora CiU y ERC se centren en buscar una fecha para celebrar el referéndum soberanista cuando las prioridades pasan por sacar a Cataluña del colapso económico.
El resultado electoral que dejó el 25-N abrió otras posabilidades para gobernar Cataluña. Navarro descartó en seguida la sociovergencia, puesto que ni comparten los recortes, ni están por la labor de quemarse con un socio que, entre otros, avanzó las elecciones para hundir al partido que hasta las autonómicas ostentaba la plaza de segunda fuerza parlamentaria. El socialista defiende «un gobierno de unidad nacional», presidido por CiU aunque con la baja de Mas. También apostó la pasada semana por esta línea la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, que ve que Cataluña no se puede permitir ni unas elecciones anticipadas, ni un pacto de CiU con ERC con el proceso independentista como razón de ser.
Ayer, el secretario general de ICV, Joan Herrera, también emplazó a Mas y Junqueras a posponer el proceso de investidura para reorientar la política económica y poder alcanzar un acuerdo entre todas las fuerzas y los agentes sociales sobre el «derecho a decidir». Pese a su ascenso en los últimos comicios, han quedado desplazados. Sus trece diputados defenderán la consulta, pero se oponen frontalmente a unos recortes contra los que ERC también antes clamaba. En definitiva, empieza a andar un Parlament en el que la tensión será constante.
Aviso de la Asamblea Catalana
Los convocantes de la manifestación independentista del 11 de septiembre lanzaron ayer un aviso a CiU y ERC para que lleguen a un acuerdo para convocar la consulta de autodeterminación la próxima legislatura. Las dificultades de la negociación entre ambas fuerzas ha puesto nerviosa a la Asamblea Nacional Catalana, que considera que las formaciones «deben anteponer las necesidades del país a los intereses de partido». Exigen un gobierno fuerte que cree estructuras de estado y una hoja de ruta hacia la independencia de Cataluña.
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