Barcelona

La partitura jocosa de Harold Pinter

La partitura jocosa de Harold Pinter
La partitura jocosa de Harold Pinterlarazon

Sergi Belbel lleva al Grec la adaptación de «Vells Temps» con Silvia Bel, Carles Martínez y Míriam Alamany

Los recuerdos son siempre esquivos. En realidad, poco importa cómo sucedió cualquier hecho, sino cómo uno lo recuerda. No hay verdad en la memoria, como no hay verdad en la vida, sólo una narración que busca autoreafirmarnos y contruir un único sujeto en el magma caótico que es todo individuo. Esto lo sabía a la perfección Harold Pinter, dramaturgo y escritor, que hizo de sus personajes juguetes rotos ante la certeza de que no son más que lo que contruyen de sí mismos. No hay verdad en ellos, no hay psicología ni carácter, sólo cuerpos desnudos sacudidos por sus propias creencias de sí mismos. Porque no somos lo que creemos, somos lo que creamos y a veces lo que creamos es un espectro tan absurdo como horrible.

Un ejemplo de esto es la obra «Vells Temps» que del 2 al 27 de julio llega a la Sala Beckett dentro del Festival Grec. Sergi Belbel dirige por primera vez una obra de Pinter con un reparto que incluye a Silvia Bel, Carles Martínez y Míriam Alamany. «Es una obra de una ambigüidad tremenda. Habla de la memoria, de la amistad, los recuerdos y las frustraciones. Es el público quien tiene que encajar todas las piezas del puzzle y decidir si lo que está viendo es real o no», asegura Belbel.

La obra sube a escena a un matrimonio que, tras muchos años de ausencia, reciben la visita de una amiga de la mujer. A partir de aquí rememorarán los viejos tiempos y empezará a sobrevolar por sus cabezas lo que en realidad ocurrió. «Si Beckett es dios, Pinter es un profeta. Consigue difundir un carácter jocoso a situaciones en apariencia triviales que pronto el espectador reinterpreta a su manera», señala Belbel.

El director ha seguido a rajatabla la partitura de la obra, respetando las 50 pausas y silencios de las indicaciones del texto original. Con una disposición escénica original, «nunca vista antes en la Beckett», señala Belbel, los actores se sitúan con el único atrezzo de dos sofás, una butaca, una ventana y muchos cigarrillos y whiskey. «Pinter decía que sus personajes nunca empezaban a hablar hasta la tercera copa. Hemos intentado ser muy rigurosos con todos los movimientos, gestos, desplazamientos y microacciones de la obra», asegura Belbel. Para aquellos que crean que el teatro es un juego, Pinter inventa los más difíciles y divertidos.

PARA NO PERDERSE

Dónde: C/ Alegre de Dalt, 55.

Cuándo: Del 2 al 27 de julio.

Horario: De martes a sábado, 21.30 h. Domingo, 18.340 h.

Cuánto: 20 euros.