Crisis económica
La recuperación beneficia 4 veces más a los ricos que a los pobres
España es el país de la Unión Europea que más ha crecido en desigualdad desde 2007
España es el país de la Unión Europea que más ha crecido en desigualdad desde 2007.
No hay duda. Tras la crisis de los últimos años, se está produciendo una recuperación económica a nivel mundial pero ese hecho no ha supuesto una mejora de la situación para la gran mayoría de la población. Y es que como señala el informe «Premiar el trabajo, no la riqueza» elaborado por Oxfam Intermón y que se presentará en el Forum Económico Mundial de Davos que se inaugura hoy, el 82 por ciento de la riqueza mundial generada durante el año pasado fue a parar al 1 por ciento más rico, mientras que el 50 por ciento más pobre no se benefició apenas de este crecimiento.
En este contexto, desde 2006 y hasta 2015, la riqueza de los más poderosos ha crecido una media del 13 por ciento al año, seis veces más rápido que los salarios de los trabajadores, que apenas han registrado un crecimiento del 2 por ciento anual. Todo ello ha supuesto que en un año, desde marzo de 2016 a marzo de 2017, se haya registrado el mayor crecimiento de la historia en el número de personas cuyas fortunas superan los mil millones de dólares, con un nuevo mil millonario cada dos días.
En el caso concreto de España, se reprodujo una situación similar, puesto que el 1 por ciento más rico acaparó el 40 por ciento de la riqueza generada y el 50 por ciento más pobre se repartió un 7 por ciento. Así pues, España es el país de la Unión Europea que más ha crecido en desigualdad desde 2007, situándose en el tercer puesto de los países con más desigualdad.
De hecho, tal y como pone de evidencia el informe también elaborado por Intermón Oxfam «¿Realidad o ficción? La recuperación económica, en manos de una minoría», en España dicha recuperación ha beneficiado cuatro veces más a los ricos que a los más pobres. En cifras concretas, entre 2013 y 2015, 29 de cada 100 euros procedentes del crecimiento económico fueron a manos de las rentas más altas, mientras que solo 8 han ido a parar al 10 por ciento más pobre. Para la organización, el factor principal que explicaría esta persistencia de la desigualdad es que el reparto de los beneficios de la actividad económica continúa en manos de los propietarios de capital a costa de la precarización del mercado laboral, tanto en lo que se refiere a los salarios como a las condiciones laborales. De hecho, en España los beneficios empresariales crecieron en 2016 un 200,7 por ciento respecto al año anterior y, en contrapartida, el coste laboral por trabajador se mantiene desde 2012.
Así pues, tal y como señalaba ayer Liliana Marcos, investigadores de Desigualdades de Intermón Oxfam y autora del informe, «la recuperación económica es tan asimétrica como lo fue la crisis», «Las rentas del trabajo han visto como su peso seguía bajando porque el peso de la renta capital crece», apuntó.
Esta desigualdad también está presente en lo referente a las retribuciones de las personas trabajadoras y los directivos. Un dato muy significativo. Entre 2008 y 2016, las retribuciones más bajas se han reducido un 15 por ciento mientras que los salarios correspondientes al tramo de los sueldos más altos ha crecido un 15,18 por ciento.Ello ha ido asociado a un tendencia de las empresas a externalizar los servicios mediante subcontrataciones o empresas multiservicio, lo cual se traduce en que un asalariado contratado por este tipo de compañías cobra de media un 31 por ciento menos que una persona acogida a su convenio colectivo sectorial. Todo ello ha supuesto que el 13,7 por ciento del total de la población ocupada viva bajo el umbral de la pobreza.
Esta situación se agrava aún más por un sistema fiscal injusto. Por un lado, el 0,01 por ciento de los más ricos del mundo evaden 120.000 millones de dólares, mientras que en España se calcula que las grandes fortunas esconden en paraísos fiscales una riqueza equivalente al 12 por ciento del PIB. Según el informe, además, en España son los más pobres los que soportan un peso desproporcionado de los impuestos y perciben muchas menos transferencias sociales. Así, si la recaudación del IVA y el IRPF representa un 83 por ciento del total, el impuesto de sociedades representa solo el 12 por ciento del total. Sin embargo, paradójicamente, el 20,5 por ciento de las transferencias públicas se destinan al 10 por ciento más rico de la población, mientras que el 10 por ciento más pobre solo recibe el 4 por ciento total del gasto.
Ante este panorama, Intermón Oxfam reclamará a partir de hoy en Davos «la creación de una economía más humana», señalaba ayer José María Vera, director de la organización, quien denunciaba que «la recuperación no se puede hacer a costa de la precarización del empleo».
En este sentido, reclama al Gobierno español un Plan Nacional de reducción de las desigualdades, que pasaría necesariamente por un incremento del Salario Mínimo Interprofesional hasta alcanzar los mil euros en el año 2020, entre otros elementos.
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