Lang Lang ama a Alicia de Larrocha

La música clásica tiene su propio «star system» y dentro de éste no hay estrella que brille más que el pianista Lang Lang. De niño prodigio a fenómeno de masas, su fama no ha hecho más que crecer y crecer, de hacer «sold out» en todos sus conciertos hasta tocar en la apertura de los Juegos Olímpicos de Pekín, en los Grammy con Pharell Williams y Metallica interpretando «Happy» o apareciendo en cameos como sí mismo en series de televisión de éxito como «Mozart in the jungle». El problema es que tanta visibilidad a veces es mal vista por snobs y puristas. El propio James Rhodes, otro genial pianista, se burla de él en su premiado y emocionante libro de memorias «Instrumental». Según el diccionario, o según debería poner el diccionario, un snob es aquel que se friega su propia baba con la manga de su camisa. No necesita nada ni nadie más, por tanto, sus opiniones no deberían importar a nadie más que a él mismo.

El afamado músico chino reanuda esta noche su historia de amor con Barcelona con un nuevo recital en el Auditori, que abre una nueva gira española que lo llevará a Oviedo, Madrid, Valencia y Bilbao. En esta ocasión, defenderá un programa protagonizado por «Las estaciones» de Tchaikovski, el «Concierto italiano para piano», de Bach y los «Cuatro scherzos» de Chopin. «Quería matizar los dos ejemplos románticos de Tchaikovski y Chopin con la frescura barroca de Bach, sino me parecía que había demasiada mantequilla en el programa. El equilibrio así es mucho mejor. Me encanta un repertorio tan poético», comenta Lang.

Y ésta no será su única actuación en el Auditori, porque el viernes regresará como solista, acompañado por la Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Cataluña (OBC). En este caso interpretará la apertura de «Cosi fan tutte» y el «Concierto para piano num. 24» de Mozart y el «Concierto para piano num 1» de Rachmaninov. «Se suele decir que Mozart es fácil para los niños y difícil para los adultos. Es difícil encontrar el pulso y la pureza de la partitura para comunicar sus motivos. Tenía una personalidad loca y nunca permanecía en un mismo carácter, y eso se ve en sus composiciones. A veces sientes que juega contigo, incluso que se burla de ti, pero eso también le hace grande. Para interpretarlo has de verlo como un ser un ser humano travieso, y no como ese gran dios de la música», asegura Lang.

El pianista permanecerá cuatro días en la Ciudad Condal, donde tiene previsto visitar a los jugadores del Barça o ir a comer al Celler de Can Roca. «Es fantástico volver. Es el primer día de sol de mi gira europea. Además, es el primer día tras las fiestas del año nuevo chico, así que todo comienza con muy buenas perspectivas. Me interesa mucho profundizar en la cultura española», confiesa el músico.

Esto no es sólo el comentario educado de un artista de gira, sino un hecho que comprobará en la próxima gira del pianista que estará basado en compositores españoles. «Vi en directo a Alicia de Larrocha y no dejaba de repasar un video de una de sus actuaciones que me introdujeron a la obra de Falla, Granados y Albéniz. A partir de allí me aficioné a una música que es única en la tradición europea», señala Lang.

De momento, tiene previsto que el programa incluya las «Suites españolas» de Albéniz y las «Goyescas» de Granados, aunque asegura que seguirá indagando en el repertorio español. «España, con la influencia de África y el mundo árabe, sufre unas influencias que hace que su música sea única dentro de la gran tradición europea. Es como un peqeuño universo concentrado y la variedad de sus composiciones es asombrosa», afirma Lang.

El pianista, embajador mundial de Allianz desde 2013, aprovechará también el Mobile World Congress para seguir indagando en las nuevas tecnologías para difundir la música clásica. Ya tiene desde apps para tocar el piano a tutoriales online, y quiere seguir trabajando ese camino. Lo que no parece probable es que continúe su carrera como actor, con su exitoso cameo en la serie «Mozart in the jungle», del que prefiere el libro que la inspiró. «La verdad es que fue como un juego. Me dio la oportunidad de interpretarme a mí mismo y demostrar que después de un concierto, los músicos no nos encerramos para continuar estudiando partituras, sino que jugamos al ping pong o hablamos de mujeres», señala Lang.

Dónde: Auditori. C/ Lepant, 150.

Cuándo: 24 y 26 de febrero.

Cuánto: Entradas agotadas.