Las habitaciones vacías de Fernando Adam llenan la Galería Villa del Arte

Captar lo invisible, la tensión suspendida que hay entre un sujeto que mira y todo lo que no logra ver, pero presiente. Éste es el don del artista venezolano afincado en Barcelona Fernando Adam (Caracas, 1955), un maestro a la hora de crear historias a partir de un espacio vacío. La Galería Villa del Arte inaugura mañana la exposición «Presente, tránsito y destino» en que recoge 26 de las últimas obras del artista venezolano.

El acrílico y el collage sobre tela o madera dominan una producción repleta de habitaciones abiertas, luz cegadora y figuras humanas siempre fuera del espacio representado. Otro de los protagonistas de estas obras es el rostro de mujer, siempre en silencio, siempre en posición de renuncia, bajo fondos etéreos que parecen encerrar a la mujer en una ingrávida impasibilidad.

Aram continúa así una trayectoria que le ha llevado a exponer en galerías de todo el mundo, de Nueva Delhi a Palm Springs, pasando por centros artísticos como Nueva York, París o Londres. A medio camino de la pintura metafísica de Giorgio de Chirico y la primacía de la idea de un Magritte, pero con más calor y sensualidad, la obra de Adam vuelve a dotar de misterio el mismo hecho de pintar.