Las negociaciones entre Mossos e Interior se rompen antes del 21–D

Denuncian la «politización» del cuerpo y vuelven a protestar y encerrarse en la conselleria.

Un día después de que los sindicatos de los Mossos y el colectivo MosSOS anunciaran una tregua para mañana, día en el que se celebrará el Consejo de Ministros, bajo fuertes medidas de seguridad, unos centenares de agentes volvieron a protestar ante la sede de la conselleria de Interior.

De nuevo, el motivo de las protestas fueron las condiciones laborables, que los Mossos consideran mejorables. Un episodio que se ha repetido en numerosas ocasiones en las últimas semanas, sobre todo después de algunas declaraciones del conseller, Miquel Buch, críticas con el cuerpo. El problema de ayer es que estaba previsto un encuentro entre el departamento y los sindicatos, antes de la reunión del Consejo de la Policía, acordada la pasada semana. No hubo tal encuentro, y los agentes se manifestaron denunciando la «falta de voluntad negociadora» del Govern.

Desde las 16.00 horas, los Mossos manifestantes volvieron a mostrar su malestar haciendo sonar bocinas y tirando petardos frente al departamento, mientras se celebraba la reunión, en la que se tenían que abordar asuntos espinosos como el incremento de efectivos, cobrar atrasos y mejorar su material de trabajo, entre otros, como la equiparación salarial con los Bomberos de la Generalitat. Se ha avanzado un poco en las últimas negociaciones,

Cortes de tráfico

Una vez más, los Mossos cortaron las calles adyacentes del departamento, con los ánimos muy caldeados. Esta nueva protesta llegó a dos días del viernes, con el cuerpo con los ánimos caldeados, aunque aseguraron que cumplirán con total profesionalidad. No obstante, después del 21–D retomarán el «conflicto laboral».

Durante el transcurso de la protesta, representantes sindicales y miembros de MosSOS volvieron a encerrarse dentro de la conselleria, después de que finalizara la citada reunión.

Es profundo el malestar de los Mossos, en una semana complicada, ayer no se llegó a ningún acuerdo relevante. Interior señalaron que se trataba de un Consell extraordinario, con un único punto relacionado con un expediente disciplinario, pero los sindicatos quisieron desviar el punto de mira hacia las condiciones laborales.

Por su parte, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) de Mossos d’Esquadra presentó ayer una queja ante el Defensor del Pueblo, Francisco Fernández Marugán, en la que mostraron su «preocupación» ante el dispositivo de mañana. Acusaron a la Generalitat de «mala fe» por su «poca previsión». También acusaron al Govern de «romper» al cuerpo por la «utilización política» que realiza el ejecutivo catalán.

«Denunciamos la politización del cuerpo, llevamos sufriéndolo desde el 1 de octubre de 2017, nosotros trabajamos con neutralidad política y nos da igual el color sea cuál sea, venimos a trabajar como policías», comentaron desde este sindicato de la Policía Autonómica.