Las ratas reaparecen en Sarrià

Algunos vecinos de la zona han vislumbrado a estos roedores en los últimos meses.

En 2013 ya apareció esta controversia en diversas zonas de Barcelona, como Poble Nou, Ciutat Meridiana, Ciutat Vella y Guineueta, pero parece ser que en los últimos tiempos también en Sarrià. Se trata de la presencia de ratas, una plaga que por ejemplo sufre París, entre otras grandes ciudades.

Pese a que algunos vecinos del distrito de Sarrià-Sant Gervasi admiten no saber nada del tema, el problema existe, sobre todo en los alrededores del parque de la Santa Amèlia. Salen de noche y algunos residentes en la zona las han visto.

El concejal del PP en el distrito, Óscar Ramírez, lo tiene claro. «Lleva mucho tiempo este tema, con quejas de los vecinos: viene de toda la vida», aseguró en declaraciones a este diario. Sin embargo, parece que la presencia de ratas se ha incrementado, y se han trasladado quejas incluso a la Agencia de Salud Pública. Sucede sobre todo en las zonas más ajardinadas del barrio. Son problemas de toda la vida.

«Es posible que sí se haya incrementado con el verano el tema», seguramente por el calor, dice Ramírez, aunque «últimamente no nos ha llegado nada», añadió. «Sí que es cierto que en Sarrià se ha implantado un nuevo sistema de recogida de basura, puerta a puerta, aunque quizá no esté relacionado, pero con el calor, el verano y tal quizá haya gente que lo relacione», comentó Óscar Ramírez.

El parque de Santa Amelia estuvo esta semana cerrado más horas de lo normal, por mantenimiento, aunque lo más seguro es que no tenga nada que ver con las ratas. Ahora no hay quejas puntuales, pero sí que es cierto que es un problema crónico en el barrio, apuntaron unos pocos vecinos. Un operario de la limpieza cuestionado por este asunto únicamente apunta a que le han comentado que se ha avistado alguna rata, pero solo por las noches.

Toxicidad

Sin embargo, es evidente que ahora mismo es un problema en Barcelona, seguramente en toda el área metropolitana, y lo mismo sucede en muchas otras ciudades europeas. Podría suceder, por ejemplo, por las restricciones por toxicidad en el uso de raticidas y el desarrollo de resistencia genética a las dosis no letales, hecho común entre la población de roedores. Los vecinos se han puesto manos a la obra. En Ciutat Meridiana han puesto incluso trampas en los jardines comunitarios, con quesos, pero es conocido que estos roedores son muy listos y al cabo de pocos días no vuelven a acercarse.