Arte, Cultura y Espectáculos

Las Reales Atarazanas recuperan su esplendor

Tras varios años de obras, el histórico edificio vuelve a abrir su puertas rescatando algunos espacios hasta ahora inéditos

La imponente nave de Juan de Austria que participó en Lepanto
La imponente nave de Juan de Austria que participó en Lepantolarazon

Barcelona vuelve a recuperar uno de los edificios más emblemáticos de su zona portuaria. Las Reales Atarazanas abrieron ayer de nuevo sus puertas tras la conclusión de unas obras de restauración que se han alargado por espacio de casi dos décadas, desde que el proyecto fuera puesto en marcha por los arquitectos Robert y Esteve Terradas en 1986. El presidente de la Generalitat, Artur Mas; el alcalde de Barcelona, Xavier Trias; el subsecretario del Ministerio de Fomento, Mario Garcés Sanagustín; y el presidente de la Diputación de Barcelona, Salvador Esteve, fueron los encargados ayer de inaugurar oficialmente la conclusión de la remodelación del inmueble edificado durante la Corona de Aragón.

La última fase de este proyecto ha supuesto una inversión de 17 millones de euros –financiados por la Diputación de Barcelona, el Ayuntamiento y el Ministerio de Fomento– y ha permitido recuperar algunos espacios hasta ahora desconocidos para el gran público. En este sentido, han resultado especialmente valiosos los trabajos arqueológicos que han ayudado a que vean la luz los restos de una necrópolis de los siglos I al VI –la primera de Barcelona con diversidad de ritos funerarios–, así como los fundamentos de unos pilares del siglo XIII pertenecientes a las atarazanas anteriores a la actual, y un foso donde se construían los barcos entre el XIV y el XVII.

Durante el acto de inauguración, Salvador Esteve, subrayó que el edificio «forma parte sustancial de la historia de Cataluña y trasciende el ámbito local de Barcelona» y el presidente de la Autoridad Portuaria, Sixte Cambra, rememoró que Barcelona llegó a tener consulados de mar en 70 villas catalanas.

El edificio, situado entre las calles Josep Carner, la avenida Drassanes, el Portal de Santa Madrona y la avenida Paral·lel, ocupa un total de 19.000 metros cuadrados, combinando espacios abiertos verdes con otros cubiertos.

Entre hoy y mañana las Reales Atarazanas realizarán una jornada de puertas abierta, con numerosas actividades gratuitas para ayudar a dar a conocer el edificio. Una de las más importantes es la apertura al público del acceso por el Portal de Santa Madrona por primera vez desde hace 20 años.

Todavía quedará un espacio por descubrir y es el del museo que no estará concluído de manera definitiva hasta el próximo año. Los visitantantes que se acerquen hoy a las Reales Atarazanas de momento verán una parte importante de la colección de lo que será el Museo Marítimo, con el imponente protagonismo del galeón real de Juan de Austria, la nave en la que, según la leyenda, también estuvo Miguel de Cervantes y que participó en la mítica batalla de Lepanto.

El público también podrá ver algunos restos de la necrópolis de la época romana y que incluye hasta 36 entierros –25 inhumaciones y 11 incineraciones–, un mausoleo y urnas con cenizas. Este hallazgo ha ayudado a aportar nuevos datos sobre las vías de acceso a Barcino.