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Esther Giménez Arribas debuta como escritora con «Muriel también es nombre de niña»

Esther Giménez Arribas
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Esther Giménez Arribas debuta como escritora con «Muriel también es nombre de niña».

–¿Qué hace que una empresaria del sector inmobiliario se decida a escribir un libro? ¿Cuál ha sido su motivación principal?

– La motivación es un reto personal clarísimo. Toda mi carrera profesional se ha desarrollado en el sector inmobiliario, pero llega un momento en el 2011 que dentro del sector emprendo un nuevo rumbo que me permite disponer de más tiempo y entonces me planteo retos personales y uno importante, que siempre había tenido en la cabeza, era el de escribir una novela. Entonces, lo primero que hago es apuntarme a la Escuela de Escritura del Ateneo de Barcelona para formarme y allí es cuando empieza a tomar cuerpo la posibilidad de escribirla, ya que entonces tengo la oportunidad de tener a mi alcance, con su metodología, las herramientas para poder escribirla. Escribir es un oficio y como todos los oficios, hay que aprenderlo. Yo entonces no tenía en la cabeza la novela que quería escribir, sino simplemente que quería escribir una novela.

–Usted decidió hacer un curso en el Ateneo antes de escribir la novela. ¿Se requiere formación para escribir?

– Lo que se requiere es un cierto talento y disciplina, básicamente. Si luego además te formas de una manera más académica, pues seguro que ayuda. Pero yo creo que es básicamente esfuerzo y disciplina; escribir, escribir y escribir y sobre todo, reescribir. No es imprescindible formarse si lees mucho y le dedicas horas, aunque todo ayuda.

-¿Cuánto tiempo tardó en escribir la novela?

-En tiempo real unos dos años, lo que pasa es que la dedicación era corta; no le dedicaba mucho tiempo, apenas unas horas a la semana, porque tampoco disponía de tanto tiempo.

– ¿Leer mucho es clave para poder escribir?

-Yo creo que sí, es clave porque educa, educa la vista, el oído...Creo que te da el conocimiento suficiente como para poder apreciar ciertas cosas que si no tienes muchas horas de lectura detrás no eres capaz. Yo hay novelas que las leo y en un determinado pasaje o incluso frase pienso “por esta frase ya vale la pena leer la novela, aunque detrás no haya nada”. Y creo que esto sólo lo puedes apreciar leyendo mucho y después de haber intentado escribir. Cuando te pones a escribir y ves lo que cuesta a veces escribir algo sencillo, cuando te lo encuentras delante hecho por alguien con mucho talento, es cuando lo valoras.

-¿Tiene algún referente en el mundo de la escritura y la literatura?

– Como hay tanto donde elegir, sobre todo leo literatura contemporánea, sudamericana...Intento cribar, porque como hay tanto bueno que leer y no da tiempo a todo, procuro formarme una opinión antes de comprar un libro y escoger. Pero no puedo hablar de referentes porque están tan lejos de mí, no voy a llegar a esto.

– ¿Usted se considera escritora?

– No me considero escritora. Creo que sería un poco pretencioso por mi parte decir que soy escritora habiendo escrito una novela, porque yo creo que una primera novela es casi un ejercicio que te pone en la casilla de salida. Lo que pasa es que la aventura que ha supuesto escribir una novela es como entrar por la puerta de servicio al mundo del arte y de la literatura en letras mayores. Una cosa es como lectora, pero como escritora, siendo la primera vez que lo hacía, me ha acercado un poquito a los grandes maestros porque me he tenido que poner en su situación a la hora de crear un personaje, diseñar una trama...esto ha sido muy interesante porque he podido vislumbrar un poco cómo trabaja la mente de un escritor, pero no me consideraría una escritora.

–¿Cuál es la trama de su libro? ¿Cómo lo resumiría?

– Yo diría que es una historia de amor compleja que cuenta con muchos ingredientes que son un poco aderezo, sobre los que no he querido profundizar pero que me interesaba tocar, como por ejemplo, el tema de la maternidad; el tema de cómo influye lo que hemos vivido en la infancia en la manera de ser después, pero como a la vez podemos elegir; la presión de una madre agobiante; como alguien que puede tener una mente muy cartesiana y científica como la protagonista de la novela al final es capaz también de tener ciertas manías, con algunos toques de personalidad obsesiva...A mí me gusta siempre moverme en el terreno de las sombras, de los grises; ese territorio un poco gris es el que he querido volcar en la novela. También me interesaba mucho que, si bien la protagonista es femenina, el antagonista también tuviera peso, hiciera de contrapunto. He intentado buscar el contrapunto del antagonista, así como unos personajes con cierta profundidad.

– ¿Existe alguna relación entre la protagonista, Murial, y usted?

– No, cero, para nada, es todo ficción, lo que pasa es que al final siempre lo que vuelcas tiene que ver con cosas que has vivido, pero la novela es 100% ficción. Es curioso porque, en un principio, el planteamiento era un poco diferentes, pero fue ella, Muriel, la que de la mano me iba llevando hacia donde al final ha acabado yendo.

– ¿Qué es lo que le ha parecido más complicado de escribir un libro?

– Para mí la trama tiene una gran dificultad. Hay gente que tiene la trama en la cabeza y yo no la tenía y a mí urdir la trama me ha resultado complejo y, de todo el proceso, es quizá de lo que estoy menos satisfecha porque es lo que me ha resultado más difícil.

– Usted ha decidido donar todo el dinero recaudado con la venta del libro al proyecto ‘Hospital Amic’ del Hospital Sant Joan de Déu. ¿Por qué? ¿Ya era su idea inicial?

– No, no era la idea inicial. Yo escribo la novela, la acabo, y cuando la acabé pensé: ¿Ahora que vamos a hacer?. Entonces tenía dos opciones: o ir con la novela debajo del brazo a llamar a la puerta de las editoriales, pero como esto es complicado porque están hasta arriba de manuscritos, pensé que lo mejor era autoeditarla y concentrar todas las energías en intentar venderla al máximo y destinar los beneficios a una fundación

– ¿Habrá más novelas?

-Creo que sí porque no tengo una historia en la cabeza, pero sí una idea qué desarrollar, la cual me parece interesante. Me apetece otra novela

– ¿Pero esta segunda novela ya no será un reto?

-Será otro reto, que será el de conseguir que alguien me la edite.

– ¿En esta segunda novela que presumiblemente escribirá hay algo que vaya a hacer diferente que en la primera?

-Lo que sí que intentaré es tener la trama, la historia, mucho más trabajada