Política

Delincuencia

Los delitos se disparan un 20,5% en el primer semestre de 2018 en Barcelona

El PP se queja de la gestión de la alcaldesa Colau y pide revisar el Plan de Seguridad

Los robos y los hurtos son algunos de los delitos más habituales en la capital catalana, sobre todo en el centro
Los robos y los hurtos son algunos de los delitos más habituales en la capital catalana, sobre todo en el centrolarazon

El PP se queja de la gestión de la alcaldesa Colau y pide revisar el Plan de Seguridad.

Basándose en datos del Ministerio del Interior, el grupo popular en el Ayuntamiento de Barcelona denunció recientemente el más que fuerte aumento de de delitos en la capital catalana en los últimos meses. Un hecho muy en la línea de la situación actual en la ciudad, con importantes problemas de inseguridad en el barrio de la Barceloneta y la cada mez más polémica presencia de narcopisos en el Raval.

Concretamente, su líder municipal, Alberto Fernández, denunció que los delitos se han disparado un 20,5 por ciento en Barcelona durante el primer semestre de 2018, y reclamó revisar el Plan de Seguridad. Apuntó que «los homicidios y asesinatos en grado de tentativa, las agresiones sexuales y los hurtos y robos con fuerza en domicilios o establecimientos crecen por encima de la media».

Siempre según los datos del Ministerio, el popular destacó que «Barcelona es la única de las grandes ciudades españolas que sufre un repunte tan marcado de los delitos, mientras Madrid solo los incrementa un 1 por ciento.

Son diversos los problemas que demuestran una cierta inseguridad en Barcelona, pese a que su índice de delitos violentos no sea comparable con una inmensa mayoría de ciudades, tanto europeas como, sobre todo, de continentes como América del Sur.

Uno de los principales es la masiva presencia de turistas, sobre todo en el distrito de Ciutat Vella, aunque también en otras zonas. Ello conlleva la actuación de carteristas, incesante en los últimos años, hasta el punto de que diversas webs de viajes destacan Barcelona como una de las capitales de este tipo de hurtos. Tampoco se ha corregido, ni mucho menos, en los últimos tiempos. Además, por motivos legales, entran en comisaría y salen al cabo de poco rato.

Está en boga el problema de los narcopisos del Raval. Pese a que se van desalojando, y con numerosas detenciones en los últimos meses, los vecinos cada vez están más hartos y piden soluciones inmediatas. Algunas de estas vetustas viviendas sufren cada día las visitas de drogadictos, lo que no ayuda precisamente a una buena condición de estos edificios. Ello provoca fuertes quejas de los residentes en las correspondientes escaleras.

En las últimas semanas también se han disparado las quejas vecinales en la Barceloneta. Por varios motivos, que básicamente son una creciente sensación de inseguridad de los residentes en la zona, que denuncian asaltos a domicilios y también robos y atracos en las calles. Además, está el turismo de borrachera.

Otro elemento es la vieja polémica del «top manta», precisamente en las playas y en el Metro. Últimamente su presencia se ha multiplicado en las calles de la capital catalana.