El desafío independentista
Los Mossos piden premiar a la agente que abatió al asaltante de Cornellà
Califican su actitud de «heroica», mientras Torra y el conseller de Interior, Miquel Buch, visitan la comisaría para mostrar su apoyo a los agentes, que aprovechan para pedir más medios y efectivos.
La agente que abatió el lunes a Abdelohuabab Taid, que la atacó en la comisaría de los Mossos d'Esquadra en Cornellà, aseguró claramente que tuvo la sensación de que el asaltante, que fue abatido por ella misma, «quería matarme». El sindicato Uspac, de la Policía Autonómica, y que ejerce la defensa de esta mossa, pidió ayer que se la condecore, porque es una «heroína» que tuvo una actuación «de libro, muy meritoria, que salvó vidas».
El presidente de la Uspac, David Lijarcio, destacó que la actuación de la mossa fue «muy meritoria», ya que en todo momento actuó para salvar su vida y la de sus compañeros de comisaría, muchos de los cuales estaban en los vestuarios, sin arma, antes de iniciar su turno o finalizarlo.
Ante la amenaza que suponía el atacante, armado con un cuchillo y que invocó a Alá al abalanzarse contra la policía, la agente, con catorce años de experiencia en el cuerpo, no se encerró en un despacho para protegerse, como podría haber hecho, sino que pidió la ayuda del sargento para impedir entre ambos que el asaltante accediera al interior de las dependencias policiales y atacara a sus compañeros, desarmados en el vestuario.
Según el presidente del Uspac, la mossa, que actualmente está de baja, no sólo pensó en salvar su vida, sino también la de sus compañeros, durante un incidente que no duró más de quince segundos, en los que se interpuso entre el agresor y los demás agentes.
«Esperamos que el departamento de Interior se comporte y la reconozca como es debido», indicó Lijarcio, que destacó que esta mossa, al igual que el sargento que salió en su ayuda, son unos «héroes» y «como héroes hay que reconocerles» y condecorarles.
El dirigente sindical resaltó, además, que la actuación de la mossa es aún más «meritoria» si se tiene en cuenta que el lunes llevaba trabajando doce de los últimos quince días, que en los últimos siete había hecho el turno de noche –los últimos dos en jornadas de doce horas–, y que le faltaban cinco minutos para acabar el servicio. «Estaba en situación de cansancio físico y lo resolvió perfectamente», remarcó.
A raíz de este ataque, el Uspac pidió incrementar las medidas de seguridad en las comisarías y, entre otras medidas, instalar arcos de seguridad con detectores de metales en las entradas y reforzar los dispositivos de vigilancia con un segundo o tercer efectivo, si bien lamentan que actualmente faltan unos 2.000 mossos.
Por su parte, el president de la Generalitat, Quim Torra, mostró ayer su apoyo a los Mossos al visitar la comisaría de Cornellà. Recorrió las dependencias en que ocurrió el suceso, junto al conseller de Interior, Miquel Buch, el director de la policía, Andreu Joan Martínez, y el comisario jefe, Miquel Esquius, entre otros.
Con su visita, el Govern escenificó su espaldarazo a la reacción de la mossa que abatió al asaltante. Al finalizar la visita, Buch explicó que la reunión tenía especialmente una «vertiente personal» para mostrar su apoyo al equipo de los Mossos en Cornellà, interesarse por su estado de ánimo y agradecerles y felicitarles por la «rápida resolución y neutralización de un posible ataque que podría haber sido mucho peor». «Es un momento difícil», añadió.
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