Los soberanistas agitan las calles para evitar penas judiciales

Forcadell, Mas y Junqueras, entre otros, se manifestarán mañana en Montjuïc para protestar por las imputaciones de cargos independentistas.

Las fuentes de Montjuïc de Barcelona serán mañana el escenario de una movilización soberanista cuyo objetivo es denunciar la «persecución judicial» que están sufriendo, a su entender, dirigentes como Artur Mas, Francesc Homs, Irene Rigau y Joana Ortega –todos ellos investigados por su papel en la consulta soberanista del 9-N–. Bajo el lema «Por la democracia, defendamos nuestras instituciones», la Asamblea Nacional Catalana (ANC) espera reunir a centenares de personas para presionar al estamento judicial y evitar castigos derivados del desafío independentista.

Está previsto que participen los pesos pesados de las formaciones soberanistas, así como de la órbita de Ada Colau. A excepción del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, que tiene agendado un acto para ser proclamado hijo predilecto en su localidad natal de Amer (Girona), mañana se concentrarán en Montjuïc los principales cargos institucionales de Cataluña.

Estarán, entre otros, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell; el vicepresidente de la Generalitat y líder de ERC, Oriol Junqueras; el ex presidente de la Generalitat Artur Mas; los ex consellers Homs, Rigau y Ortega; los consellers Neus Munté, Raül Romeva, Meritxell Borràs, Santi Vila, Dolors Bassa, Jordi Baiget y Meritxell Serret; cargos locales de la CUP como Montse Venturós y Joan Coma; el teniente de alcalde de Barcelona, Gerardo Pisarello; y una larga lista de diputados del Parlament del PDECAT (antigua Convergència), ERC y Catalunya Sí que es Pot (la marca que une a Podemos e ICV).

«Tenemos que decir bien claro que las urnas no se imputan, que el mandato electoral recibido es para cumplirlo y estamos con nuestras instituciones y con nuestros representantes», pide el presidente de la ANC, Jordi Sànchez. También Mas se sumó ayer a la agitación y reclamó «una fuerte movilización para dejar claro un grito de libertad, un anhelo de libertad y de ir adelante con un proyecto de futuro». «Hay que estar siempre que haga falta para reafirmar el futuro de nuestro país, para reafirmar este derecho natural que tenemos para decidir nuestro futuro colectivo», añadió el ex president.

Las entidades soberanistas, por su parte, reclamaron que la manifestación de mañana sirva para dar «un puñetazo sobre la mesa para decir basta». Nada hace pensar, sin embargo, que la manifestación surja efecto, ya que los procesos judiciales no dejan de acumularse, tanto a nivel local como autonómico. El Govern insiste en que piensa desarrollar su hoja de ruta, es decir, que su intención es aprobar antes de verano las denominadas leyes de desconexión para convocar posteriormente un referéndum de autodeterminación en septiembre de 2017.