Manuel Barbero: «Es importante aprender del mal para poder combatirlo»

A la espera del juicio por los abusos a menores, un padre denunciante asegura que la petición de la Fiscalía es insuficiente y que se podría investigado más a fondo

La Fiscalía pide 22 años de cárcel para un profesor de la escuela de los Maristas de Les Corts–Sants, acusado de abusar durante años de sus alumnos. Sólo varones. A la espera del juicio, el hombre que destapó el caso, y padre de una de las víctimas, Manuel Barbero, atendió a LA RAZÓN. El acusado es Joaquín Benítez, que presuntamente abusó de 17 niños.

– El fiscal ha pedido 22 años de cárcel para Joaquín Benítez. ¿Qué le parece?

– Es insuficiente. No se han visto los hechos, no se ha valorado bien el daño que se ha hecho a otras trece víctimas. Son trece casos que están prescritos...Ni se les ha tenido en cuenta ni se les ha llamado a declarar. Aparte de ser víctimas, son testigos de la barbarie que cometió Benítez.

– ¿Que harán antes del juicio?

– Podemos opinar, pero a los juzgados hay que dejarlos trabajar, a los fiscales y abogados hay que dejar que digan la suya. Mi opinión es otra cosa, sobre la pena de cárcel que se le pueda imponer a este señor, por decir alguna cosa. La indemnización que piden por personas que todavía sufren me parece irrisoria. Se lo deberían de replantear.

– ¿Ha habido fallos en la instrucción?

– Desde el principio. No ha habido valentía por parte de la Fiscalía para juntar todas las causas. Hubiéramos tenido una foto más conjunta del alcance de los Maristas aquí en España. Tendríamos una fotografía real de todo. Había otra causa abierta en 2011, que no la quisieron abrir. De momento aquí hay unos vencidos y vencedores, que son los Maristas. No tenemos todas las respuestas que deberíamos tener.

–¿Qué espera del juicio?

–Espero que les podamos pedir explicaciones y que se haga justicia, lo que diga la Ley, si le caen 22, que cumpla 22. Si le caen 30, que cumpla 30.

– ¿Si se encontrara ahora en persona con Joaquín Benítez, el acusado, que pasaría?

– Ya dije en su momento que iría a por él, pero era un calentón. Lo que tenemos que hacer es dejar trabajar a la Justicia. Ya lo vi, y también hablé con él por teléfono. Hablamos 54 minutos y me tuve que morder la lengua, porque buscaba más información. Hubo mucha verborrea de lo que había hecho, que la Policía le había ido a buscar. Se podría haber presentado voluntariamente, pero no lo hizo;, es muy inteligente, conoce muy bien el Código Penal. Ya ha buscado todos los requisitos necesarios para que no se le prive de libertad. Los Maristas ya lo sabían y le pillaron en los años 90. Si se hubiera detectado no habría un regueron tan grande de víctimas.

– Falló todo.

– El colegio no detectó un error tan garrafal. Por lo que dicen todos, Benítez y las víctimas. Dicen que es lo mismo, aunque esté prescrito. Me gustaría que hubiera habido una investigación a fondo de la Fiscalía, y no la ha habido. El juez tenía que pedir más pruebas, no únicamente las declaraciones de Benítez. Tendría que haber llamado a declarar a todos los responsables de Maristas, y no se ha hecho. Con Benítez ahora tendría la conversación que tenemos pendiente, y me diría mucho más de lo que sabe de Maristas. Me sentaría a hablar con él.

– ¿Y sobre los Mossos?

–No han hecho todo lo que podían hacer. Me entregaron una medalla por el Mérito Policial, y lo agradecí, pero era para el resto de las víctimas. No investigaron a todas las personas del colegio. No les interesaron los delitos, ni si sacaban a los muchachos de sus despachos, ni si era raro que los profesores les sacaban durante horas lectivas. Es importante aprender del mal para poder combatirlo.

– ¿Qué tal se encuentra su hijo?

– Un poco mejor, lleva tres meses muy bien. Está cambiando, aunque aún no está en disposición de poder trabajar. Para nosotros ahora lo más importante, que se fije rápido la fecha del juicio. La Audiencia Provincial de Barcelona tiene que hacer un esfuerzo importante y poner lo más rápido posible la fecha del juicio. Necesitamos pasar una etapa, como padres, y mi hijo también, los familiares. Tiene que recuperar su vida.

– ¿A nivel psicológico cómo se encuentra?

– Lo veo con mucha rabia, en parte es bueno, porque le mantiene vivo. Haría justicia... Es capaz de hablar de ello, le sale lo visceral. Es porque está mejor, más fuerte, y lo que quiere es justicia.

–Falta por ver cuando será el juicio.

– si, a ver cuantos meses son.

– ¿Pero pediría una pena mucho mayor?.

– Por los delitos, que son violaciones, sodomizaciones, abusos sexuales porque , hizo de todo. Se tendría que revisar todo al dedillo, porque fue un delito continuado. Estamos enviando un mensaje muy débil a la sociedad, con lo que ha hecho. Se debería revisar el Código Penal. Es difícil, pero tenemos que ajustarnos al Código Penal, y que tenga la pena que merece. Este «señor» no sólo ha abusado, sino que ha hecho uso de su autoridad, y ha hecho uso de los agravantes, para llevarse la menor pena posible.

–¿Qué pensó cuando se enteró?

–Se me vino a la cabeza algunas cosas que me habían pasado de pequeño, porque también fue agredido sexualmente. Fue una persona de la calle, un hecho puntual, tenía once años. Yo no tenía a nadie que me pudiera ayudar. Nunca se lo conté a nadie. A mi hijo sí. Le dije que vamos a salir de esto. Pero es que tenía la necesidad de trabajar.

–¿Tienen más familia?

– Un hermano menor, y dos sobrinas que estuvieron con Benítez, pero es un misógino, las hacía limpiar el patio.

El perfil: combate contra los abusos

Manuel Barbero siempre quedará como uno de los máximos responsables de que el caso de los abusos sexuales en el colegio Maristas de Barcelona saliera a la luz. Siempre se ha mostrado combativo y su actitud sigue siendo la mejor ante el principal acusado, Joaquín Benítez. De momento, se mantiene a la expectativa de un juicio que espera que no tarde mucho. Le parece insuficiente la petición de la Fiscalía de 22 años de cárcel para el ex profesor Joaquín Benítez.