Maragall desafía al Gobierno y asegura que no podrán frenar sus «embajadas»

Moncloa recurre la apertura de delegaciones de la Generalitat al no haber cumplido los requisitos legales mientras el conseller de Exteriores responde que no parará en el despliegue de su red diplomática.

Aunque hasta ahora las relaciones entre el Gobierno de Pedro Sánchez y el Govern de Quim Torra han estado marcadas por un tono distendido, el conflicto entre el Estado y la Generalitat siempre acecha. Así se ha podido constatar entre el Ministerio de Exteriores y la Conselleria de Exteriores con motivo de la controvertida reapertura de las «embajadas» de la Generalitat. El Ministerio de Exteriores notificó el jueves que había interpuesto un recurso contencioso-administrativo contra el restablecimiento de las delegaciones en el Reino Unido e Irlanda, Alemania, Estados Unidos de América, Italia, Suiza y Francia, una medida a la que ayer el conseller de Exteriores, Ernest Maragall, replicó que no «frenará» el despliegue de su red diplomática.

Maragall aseguró que el recurso de la cartera que lidera Josep Borrell no «frena nada» y reafirmó que seguirá adelante con las delegaciones en el exterior ya comprometidas mediante un Decreto del 26 de junio. Asimismo, aseguró que el despliegue continuará con nuevas sedes en Portugal, países nórdicos, países balcánicos o países emergentes. Por el momento, según insistió en una entrevista en Catalunya Ràdio, el objetivo es rehabilitar todas aquellas delegaciones suprimidas con la aplicación del 155.

El Ministerio de Exteriores interpuso el recurso el jueves y lo fundamentó en que, según indica la Ley 2/2014, de 25 de marzo, de la Acción y del Servicio Exterior del Estado, antes de la creación de delegaciones en el exterior, las Comunidades Autónomas deberán comunicarlo al Gobierno para que emita un informe sobre la adecuación de esas «embajadas». Tal y como figura en la nota de prensa que emitió el ministerio de Borrell, la Generalitat comunicó la promulgación del Decreto con solo 24 horas de antelación, lo que imposibilitó que la Moncloa pudiera formular un informe.

En este sentido, Maragall se cobijó en que las delegaciones en el exterior «no son de nueva creación», sino que ya estaban abiertas previamente a la aplicación del 155. Sin embargo, el Gobierno replicó que esas delegaciones ambién estaban ya pendientes de la resolución de este mismo recurso por parte del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, que lo archivó cuando la intervención autonómica suprimió toda la red diplomática. El anterior recurso lo había formulado el enterior ejecutivo del PP encabezado por Mariano Rajoy, después de que la Generalitat también obviará los mismos procedimientos legales. En cualquier caso, Maragall abrió la puerta ayer a intentar dirimir este conflicto «sentados en una mesa» aunque no rechazó que la Generalitat también se vaya a armar de argumentos jurídicos si el litigio sigue adelante. «Reabrir el conflicto de las delegaciones es absurdo e innecesario», zanjó Maragall.