El desafío independentista

Mas encarga a su grupo de expertos que modele el futuro estado catalán

El presidente catalán, Artur Mas
El presidente catalán, Artur Maslarazon

El «comité de sabios» detallará la hoja de ruta hacia la consulta soberanista antes de verano.

¿El gobierno catalán puede convocar una consulta soberanista legal? ¿Si Cataluña se independiza será expulsada de la Unión Europea? ¿Una Cataluña independiente es viable económicamente? ¿Tendrá ejército propio? ¿Será una monarquía o una república? ¿Los catalanes tendrán la doble nacionalidad, catalana y española?

Para responder estos y otros muchos interrogantes que plantean la consulta soberanista, Artur Mas ha creado el Consejo Asesor para la Transición Nacional. «Nos hemos dotado de la materia gris del país para diseñar el futuro estado catalán», resumió hace unos días, para justificar la puesta en marcha de este organismo asesor que el gobierno catalán insiste en que no cobrará ni un euro de las maltrechas arcas públicas.

El «comité de sabios», que ayer celebró su primera reunión, en la que no faltó una charla de Mas para trasladar a sus asesores qué espera de ellos, ya tiene deberes. Antes de verano deberá redactar un informe donde detalle cómo debe ser la hoja de ruta hacia la consulta soberanista.

Diseñar la independencia

Tras la reunión constitutiva, el conseller de la Presidencia, Francesc Homs, encargado de coordinar el trabajo de los catorce asesores –queda una vacante por si el gobierno catalán considera oportuno fichar a otro experto–, explicó que el informe sobre la consulta soberanista sólo es el primero de una quincena que la Generalitat ha encargado a los expertos para modelar el estado catalán.

Los informes se estructuran en cuatro ejes. El primero abordará la «creación de estructuras de estado», donde deben definirse cuestiones cómo qué instituciones necesitará Cataluña, si un banco central, un consejo del poder judicial, una administración electoral o una red diplomática. El segundo, al que han bautizado como «procesos», definirá la hoja de ruta hacia la consulta soberanista o las relaciones de la Cataluña independiente con España, la Unión Europea y organismos internacionales.

El tercero eje analizará aspectos económicos como qué pasa con la deuda pública y otros activos y pasivos que se comparten con el Estado, por ejemplo, el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa). Y el cuarto dibujará cuestiones específicas como cuál será el idioma oficial, aspectos de la defensa y seguridad nacional como si Cataluña debe dotarse de un ejército o la doble nacionalidad.

La ironía del destino quiso que la rueda de Prensa en la que Homs presentaba la hoja de ruta del Consejo de Transición Nacional tuviera como banda sonora la música de unas panderetas –un instrumento que la cultura española ha hecho suyo, ya sea a través de la tuna o de las romerías–, que unos músicos callejeros estaban tocando en la calle del Bisbe y cuyo estruendo se colaba a través de una puerta del Palau de la Generalitat. Con el hilo musical de las panderetas, Homs defendió que el organismo que empezó ayer a andar responde al pacto que firmaron CiU y ERC, que es «independiente» y que lo que debe hacer es «llenar la estantería –ahora vacía–, con la que se construirá el estado propio».