Política

Mas escoge un epicentro del 9-N para ubicar su nueva oficina

El ex president abrirá un despacho en el Palau Robert, escenario de las negociaciones y de las votaciones del simulacro de consulta

Mas se despidió ayer de su despacho en la Generalitat
Mas se despidió ayer de su despacho en la Generalitatlarazon

Han bastado cinco días para que Artur Mas despejara algunas de las incógnitas que existían sobre su futuro después de tirar la toalla como presidente de la Generalitat. Mas ha renunciado al acta de diputado en el Parlament y también ha decidido dónde ubicar la oficina que le toca como ex presidente de la Generalitat. El líder soberanista ha querido que el nuevo espacio de su despacho pudiera explicar por sí mismo la parte más significativa de su biografía y ha escogido el Palau Robert, que acogió largas reuniones entre CDC, ERC, ICV y la CUP para llegar a un acuerdo sobre la consulta del 9 de noviembre y que, posteriormente, fue uno de los puntos de votación.

Cabe recordar que el Govern de Artur Mas estableció que el 9N como jornada central de votación, pero habilitó también un plazo extra de 15 días (del 10 al 25 de noviembre) para que pudieran votar más ciudadanos. En Barcelona, el punto habilitado fue el Palau Robert, donde se formaron largas hilera de personas y de espera para poder participar.

Mas, sin embargo, no ha querido solo asociar su figura a la consulta del 9-N escogiendo el Palau Robert, sino que su intención también ha sido dejar claro que rechaza una oficina fuera de los edificios públicos de la Genera- litat. Según confirmaron a Efe fuentes gubernamentales, una de las razones de esta decisión es «el ahorro de fondos públicos», dado que al ser un edificio de la Generalitat no se tendrá que abonar un alto alquiler, a diferencia de lo que sucedió con los predecesores, que abrieron las oficinas, a las que tienen derecho por ley, en espacios privados.

De esta manera, Mas ha querido marcar distancias con el ex presidente José Montilla y, sobre todo, con Jordi Pujol, que se vio forzado a cerrar su oficina en el mismo Paseo de Gracia, y a renunciar al resto de sus prerrogativas, después de que transcendiera que había ocultado al fisco fondos en el extranjero durante décadas.

A Mas le corresponderá, durante al menos esta legislatura, el 80 por ciento del salario bruto del presidente de la Generalitat, es decir, que ingresará un total de 115.224 euros según las tablas actuales. Una vez cumpla los 65 años –tiene 59– tendrá derecho a una pensión vitalicia del 60 por ciento del salario que perciba el titular de la Generalitat del momento, lo que significan unos 90.000 euros.

Podrá designar, además, a tres personas a su servicio de su libre elección. Sus atribuciones se completan con un automóvil y chófer, con personal de seguridad y con «una dotación presupuestaria para gastos de oficina,

La intención de Mas es seguir colaborando con el nuevo Govern de Carles Puigdemont, habida cuenta de su experiencia y su proyección internacional. En este sentido, el nuevo titular de Exteriores de la Generalitat, Raül Romeva, explicó ayer que cuenta con él para colaborar y que el expresdident deberá tener algún encargo, aunque todavía está por perfilar.