Política

Cataluña

Médicos se rebelan contra la simbología separatista en los hospitales catalanes

El Grupo por la Neutralidad pide la retirada de lazos amarillos de las instituciones sanitarias públicas. Denuncian que las protestas y mítines en defensa del «procés» crean malestar y rencillas entre los profesionales

Quim Torra en un acto de corte independentista de apoyo a los políticos procesados organizado por personal sanitario del Clínic, el Colectivo Clínic por la Democràcia / LA RAZÓN
Quim Torra en un acto de corte independentista de apoyo a los políticos procesados organizado por personal sanitario del Clínic, el Colectivo Clínic por la Democràcia / LA RAZÓNlarazon

El Grupo por la Neutralidad pide la retirada de lazos amarillos de las instituciones sanitarias públicas. Denuncian que las protestas y mítines en defensa del «procés» crean malestar y rencillas entre los profesionales.

Los lazos amarillos se han convertido ya en parte del paisaje habitual en Cataluña. Cuelgan descoloridos en las rejas que separan la playa de la vía del tren que recorre la costa, por ejemplo, en los hospitales públicos, comercios y en todas las consellerias. Aunque ahora, durante la precampaña y la campaña de las generales, la Junta Electoral ha ordenado a la Generalitat su retirada inmediata de los edificios públicos. Alega que se trata de «símbolos partidistas» que no deben estar presentes en las instituciones públicas durante la contienda electoral. Una decisión que el Govern ya estudia responder de manera «combativa».

Días antes de que el Govern y la Junta Electoral, auspiciada por Ciudadanos, se enzarzaran en una batalla por los lazos amarillos y las «estelades», un grupo de médicos lanzó un comunicado para pedir que se retire la simbología independentista de las instituciones sanitarias públicas de Cataluña. El Grupo Neutralidad, nombre con el que se conoce a este colectivo, lamenta que desde hace meses, las instituciones en las que se ofrece asistencia sanitaria a «toda la población» –desde organismos de gestión, como el Institut Català de la Salut, a hospitales o centros de atención primaria– se han ido llenando de simbología independentista. Aunque reconocen que hasta la fecha «no está regulado por ley que no pueda exhibirse», reivindican que en centros donde se ofrece un servicio público a todos los ciudadanos con independencia de su ideología, «lo más adeduado sería omitir una simbología con la que sólo se identifican una parte de los usuarios». Su petición, sin embargo, no ha obtenido respuesta, pese a que el Código de Deontología Médica dice que «el médico respetará las convicciones de sus pacientes y se abstendrá de imponerles las propias (artículo 9)». También señala que «debe cuidar su actitud, lenguaje, formas, imagen y, en general, su conducta para favorecer la plena confianza del paciente (art. 8)». Y que «el lugar donde se preste la asistencia sanitaria deberá ser acorde con la dignidad y el respeto que merece el paciente (art. 18)».

Este colectivo llama a sus colegas a reflexionar si ciertas actitudes y la exhibición de determinados símbolos, favorece que los hospitales sean ámbitos de discordia y no de concordia. Los profesionales que firman el comunicado prefieren preservar el anonimato, porque temen represalias, como señalan que ocurre en el Clínic, «donde reina la ley del silencio». Además de lazos amarillos, en los hospitales públicos, desde hace año y medio, el personal que quiere se concentra para pedir la libertad de los «presos políticos». Genera malestar porque sirve para señalar a unos y a otros.

Malestar en el Clínic

Hace una semana, un acto del Colectivo Clínic per la Democràcia, en la Facultad de Medicina, con Quim Torra para pedir la libertad de los «presos políticos» encendió las redes sociales e indignó a profesionales que dicen que un hospital no es lugar para hacer política. Pero son pocos los que se atreven a alzar la voz. En la COPE, el doctor José Ramón García, lamentó que se impone el silencio porque está en juego con la dirección, afín a la ex CDC, pedir excedencias, permisos o cambios.