Multas de 100.000 euros para las webs que hagan apología de la anorexia y la bulimia

El Govern modifica el Codi de Consum para investigar y sancionar a las empresas que no eliminen contenidos.

«Pasa que yo sufría bullying en el colegio por estar gorda y decidí ser mia (bulímica). Pude adelgazar, pero el año pasado mi novio me descubrió y me amenazó con contárselo a mis padres. Le prometí no hacerlo más, pero empecé a engordar y estoy hecha una cerda. Tengo 18 años, mido 1,60, pesaba 45 kilos y ahora peso 51 kilos. Ahora, estoy intentando ser ana (anoréxica), pero mi novio me obliga a almorzar, ya no aguanto la grasa de mi cuerpo, ¿qué puedo hacer?», pregunta Nat en un conocido blog que ofrece consejos disparatados para hacerse anoréxico o bulímico. «Masticar hielo, fumar para calmar el hambre y la ansiedad, no comer pasadas las siete de la tarde, y meterse en chats y blogs que hacen apología de la anorexia y la bulimia –Pro Ana y Pro Mia–», son algunas de las absurdas ideas que propone la blogger. Aunque «para encontrar el apoyo de todos», invita a los jóvenes que llegan a su blog a través de buscadores a formar parte de un grupo de whatsapp.

La autora del blog es consciente de que su web está en el punto de mira de educadores y asociaciones contra la anorexia y la bulimia. Hace un año, le cerraron un «tumblr». A diferencia de países como Italia y Francia, donde estas páginas web son ilegales, en España no lo son. Varias asociaciones llevan años pidiendo al Gobierno que las penalice. Finalmente, han conseguido que Cataluña multe con hasta 100.000 euros a las empresas, plataformas o servicios digitales que no eliminen las páginas web que hacen apología de trastornos alimentarios.

En la reunión de ayer, el Govern aprobó un decreto de ley que modifica el Codi de Consum de Cataluña para contar con un marco legal con el que perseguir y sancionar los contenidos en Internet que hacen proselitismo de la anorexia y la bulimia.

A partir de ya, se podrá vigilar, investigar y sancionar a las empresas, plataformas y servicios digitales que aún teniendo conocimiento de que difunden estos contenidos no actúan para eliminarlos. De esta manera, se cumple con el compromiso que salió de la Mesa de Diálogo para la Prevención de los Trastornos Alimentarios cuando Marcela Topor, esposa de Carles Puigdemont, tomó el relevo a Helena Rakosnik como presidenta honórifica. El acuerdo amplía la responsabilidad a los intermediarios de las redes sociales que pasan a ser responsables de la difusión de estos contenidos «como cooperadores o encubridores».

Dentro de los deberes que deben cumplir las empresas, se introduce la obligación de no desarrollar actividades relacionadas con la puesta en el mercado de bienes y servicios que fomenten o induzcan a adquirir hábitos no saludables o trastornos alimentacios. En caso de no cumplir con esta obligación, se podrá sancionar con hasta 100.000 euros. El estudio del Govern advierte de que el 59% de estos enfermos acceden a través de Internet a contenidos no saludables. Que la edad media de la primera búsqueda es a los 15,51 años y que el 85% son menores de edad. En Cataluña, hay 28.000 jóvenes con trastornos alimentarios. Un 5% acaba falleciendo, esto es 1.400.