El desafío independentista
Nacer a las 25 semanas
Vall d’Hebron proyecta un innovador espacio de neonatología que implica a los padres en el cuidado de los bebés para mejorar el índice de supervivencia.
Vall d’Hebron proyecta un innovador espacio de neonatología que implica a los padres en el cuidado de los bebés para mejorar el índice de supervivencia.
En el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona cada año nacen 2.800 niños, de los que «644 necesitan ayuda para salir adelante», cuenta el doctor Josep Perapoch, Jefe de la Sección de Cuidados Centrados en el Desarrollo y en la Familia del Servicio de Neonatología. Niños como Álvaro que nació tras sólo 25 semanas de gestación y 650 gramos de peso. Una infección obligó a los médicos a correr para que Lali, la mamá de Álvaro diera a luz, e intentar así salvar la vida del bebé.
«De repente Álvaro estaba aquí», contaba Lali en la presentación de una campaña de micromecenazgo para crear un nuevo centro de Neonatología Avanzada en el Hospital Vall d’Hebron, una idea en la que el doctor Perapoch lleva años pensando: transformar la unidad de curas medias y básicas en habitaciones familiares de uso exclusivo que sean lo más parecido a un hogar para hacer la transición de la UCI de neonatos a casa. Eso implica un cambio de mentalidad para los equipos médicos que incorporan a las familias como principales cuidadoras. Para eso han hecho formación y todo.
La intención es que las familias se integren aún más en el equipo médico para cuidar a los bebés que hayan superado la etapa más crítica después de su ingreso, porque en los últimos años la neurociencia ha demostrado que la implicación de los papás en el cuidado de los neonatos ingresados mejora el índice de supervivencia y la reducción de las secuelas. Lo demuestran Álvaro, que hoy tiene un año y tres meses y Roger que ya tiene ocho años y nació a las 27 semanas, cuando su madre, Marina, se puso de parto «los médicos aún no saben por qué», explica.
Ninguno de los dos se quiso perder el lanzamiento de la campaña de micromecenazgo «contigo como en casa», para recaudar los 880.000 euros que cuesta el nuevo centro de neonatología avanzada. La Fundación «La Caixa» ha puesto ya 250.00 para darle un empujón, pero quedan 630.000 euros por recaudar. Para convertir el proyecto del doctor Perapoch en realidad y atraer donaciones, Álvaro protagoniza una campaña donde sus padres cuentan cuan importante es, por ejemplo, estar en contacto piel a piel con el prematuro. El pediatra Félix Castillo, jefe del Servicio de Neonatología, explica que reduce el estrés del bebé en un momento de máxima actividad neuronal (el simple cambio de un pañal ya es un altibajo para ellos), porque sobre el pecho de los padres el niño se siente lo más parecido a como está en el útero materno.
Contaba Lali que «de repente Álvaro estaba aquí», pero no tuvo felicitaciones y a los tres días de dar a luz se fue a casa «sin flores y sin mi hijo». Que cuándo le preguntaban que a quién se parecía pensaba «¡cómo lo voy a saber si tiene la cara tapada por un respirador!». Que el Vall d’Hebron se convirtió en su segunda casa. Cada día ella y su marido Edu hacían el mismo recorrido, y piel con piel, y más piel con piel. No podían atender a su otra hija Alejandra como necesitaba y «fue durísimo», pero cada día que pasaba era un día vencido y así llegaron a los 91 días y acabaron saliendo del hospital los tres.
El equipo de neonatología propuso grabar su historia. Sabían cómo empezaba pero no que acabarían comiendo perdices. Tuvieron la ayuda de Edu que es publicista y ahora este cuento con final feliz «www.contigocomoencasa.com» ayudará a recaudar dinero para convertir la idea que un día tuvo el doctor Perapoch en realidad. Una unidad que hubiera ido bien a Álvaro y a su familia o a Roger y sus padres que durante tres meses bajaban cada día de Girona para hacer piel con piel y acompañar a su hijo prematuro en su primera batalla.
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