Arte, Cultura y Espectáculos

Orden para un mundo surrealista

La Fundació Gala-Salvador Dalí anuncia que permitirá la edición de esculturas del genio de Figueres, de la Colección Clot.

Una de las piezas de la llamada Colección Clot.
Una de las piezas de la llamada Colección Clot.larazon

La Fundació Gala-Salvador Dalí anuncia que permitirá la edición de esculturas del genio de Figueres, de la Colección Clot.

Es uno de los terrenos más espinosos en el mercado de obras de Salvador Dalí junto con el de su obra gráfica. Ayer la institución que protege y explota los derechos del pintor surrealista anunció que empieza a «poner orden» en el campo de las esculturas. Para ello se ejecuta la licencia otorgada el pasado mes de diciembre a la empresa 2049 Obra Contemporánea S.A. Detrás de todo esto se encuentra la polémica que ha perseguido desde hace tiempo a la denominada Colección Clot, un terreno en el que la fundación entra ahora con paso firme.

Pero, ¿qué es la Colección Clot? En 1973, Dalí realizó una pieza en oro de pequeño tamaño titulada «Trajano joven» y que sorprendió a un empresario y galerista llamado Isidro Clot. Tanto le impactó a Clot, que éste logró convencer a Dalí para que hiciera más piezas para él, un conjunto de 54 obras, 44 de ellas modeladas por el propio genio ampurdanés mientras que para el resto se tomaban como punto de partida acuarelas y dibujos originales dalinianos como tema. Hasta 1979, Dalí trabajó en estas composiciones, firmando los correspondientes certificados de autenticidad ante el notario de Cadaqués José Gómez de la Serna y Nadal. Otro notario, el neoyorquino Jeremy Berman estuvo presente en la firma de otro documento, en este caso el listado oficial de todas las piezas de la llamada colección Clot. Lo que parecía una operación legal y correcta comenzó a conocer las primeras fisuras en 1982.

Desde la Fundació Gala-Salvador Dalí se explicó ayer a este diario que lo que ahora se ha hecho es «normalizar» la situación. Para ello se ha retomado y ordenado los derechos, además de clarificar la información que se debe facilitar en el mercado sobre la naturaleza de las piezas, así como sobre el papel del genio surrealista en cada una de las reproducciones escultóricas que se editen al amparo de la licencia otorgada.

«No puede ser que en la actualidad se esté hablando como originales de Dalí cuando se citan obras que no son más que “merchandising” basado en dibujos. Lo que queremos es que haya una total transparencia», se apunta desde la institución daliniana recordando que en todos estos años se ha intentado hablar con todos aquellos que tenían derechos. «Reprendemos el control y recuperamos los derechos porque la Fundació Gala-Salvador Dalí es la institución que es heredera del pintor».

De esta forma, la fundación controlará, supervisará y acreditará las ediciones que haga la firma bilbaína 2049 Obra Contemporánea y apoyará la presencia de las esculturas en el mercado. Las reproducciones, enumeradas y autorizadas, se ejecutan a partir de los originales realizados por Salvador Dalí.

En la cartera de la fundación queda también pendiente la realización de un catálogo razonado de la obra escultórica de Salvador Dalí, algo inexistente en el mercado. En 2004, durante los fastos con motivo del centenario del nacimiento de Dalí, el que fuera su último y más controvertido secretario, Robert Descharnes, puso a la venta un voluminoso y lujoso trabajo titulado «Le dur et le mou» que buscaba ser una suerte de catálogo completo. Figueres trabaja en una obra de proporciones más definitivas, además de otro sobre la obra gráfica.

La ejecución de la Colección Clot es un primer paso importante en este terreno.