Teatro
Pequeño gran formato
La cartelera teatral tiene esta temporada muy buena pinta gracias al talento y la ambición de las salas más pequeñas que demuestran una vez más que el tamaño no importa, o sí, pero lo mejor es ignorarlo
La cartelera teatral tiene esta temporada muy buena pinta gracias al talento y la ambición de las salas más pequeñas que demuestran una vez más que el tamaño no importa, o sí, pero lo mejor es ignorarlo
Al principio se llamaron salas alternativas, un nombre con fuerza, reivindicativo, sí, pero muy poco acertado, porque refleja una dependencia dialéctica a su contrario, a algo así como un teatro oficial, lo que determina que su valor está sólo en su contraposición a los teatros comerciales. Por suerte, ya nadie las llama así, porque su valor es intrínseco en ellos mismo, con una ambición, talento y voluntad de esas grandes minorías como cualquier otro espacio teatral. Son salas pequeñas, es cierto, no abandonan su gusto por montajes arriesgados, también, pero no renuncian al gran público ni a ser refugio para personajes raros.
Esta semana desde el Espai Brossa a la Sala Muntaner, Atrium, Teatro Akademia, Teatre del Raval, Tantarantana han avanzado las programaciones de su temporada 2015/16 y la respuesta ha sido entusiasta. Comedias, musicales, personajes literarios, dramas contemporáneos, teatro confesional, clásicos, hay para todos los paladares y todos los gustos, un lujo para cualquier cartelera teatral.
El Teatre Akademia, por ejemplo, tendrá «Història del zoo», de Edward Albee, por ejemplo, o un montaje basado en Koltés, dos Shakespeares heterodoxos, «La importancia de ser Ernesto», de Oscar Wilde, otro espectáculo basado en «Las troianas» de Sartre y obras contemporáneas como «Ciara», de David Harrower o «Top Girls», de Caryl Churchill.
La Sala Arium arranca la temporada con «El desvetllament d’una papallona nocturna», espectáculo centrado en textos de Virginia Woolf. Por su parte, el Teatre del Raval arranca con «Van Gogh el musical», divertida propuesta que convierte al pintor holandés y a Gaugin en una especie de «La extraña pareja», con Roger Pera y Mingo Ràfols haciendo de los respectivos pintores.
El Espai Brossa apuesta por poesía, música clásica, cine, magia, más Brossa que nunca. Desde Àlex Gorina haciendo una conferencia teatralizada sobre la película «Peeping tom», dirigido por su hija a 12 horas de magia de la mano de Hausson o el espectáculo poético «Paraules d’amor» de Joan Ollé son algunos de los montajes que se podrán ver durante este año.
La segunda temporada de la nuevísima Sala Hiroshima arranca con «I guess if the stage exploded», de Syvia Rimat, espectáculo internacional para abrir boca sobre la memoria. Después llegarán butoh de la mano de la japonesa Yuko Kawamoto o espectáculos que fusionan flamenco con electrónica o danza con tecnología.
Un clásico en la cartelera, el Tantarantana, abre el curso con «La gala, assajar es de covards», un montaje que ha involucrado a 30 creadores que han tenido 48 horas para pensar cuatro espectáculos. Además, en septiembre habrá un «Woyzeck» contemporáneo de la mano de Roger Torns o el flamenco de Belén Maya y su homenaje a la mujer.
Por último, la Sala Muntaner basará su temporada en la dramaturgia contemporánea, aunque también habrá espacio para clásicos modernos como «Un tanvía llamado deseo», de Tennesse Williams. En mayo llegará el nuevo montaje de Carol López, un musical con Las Divinas bautizado «Histèriques». Para acabar, un texto teatral de la gran Nathalie Serraute, «Per un sí o per un no», con dirección de Ramón Simó. Desde luego, el tamaño no importa, o sí, pero lo mejor es ignorarlo.
✕
Accede a tu cuenta para comentar