Arte, Cultura y Espectáculos
Picasso nunca visto
El museo del artista acoge por primera vez una muestra de las compras y donaciones adquiridas en los últimos seis años
El museo del artista acoge por primera vez una muestra de las compras y donaciones adquiridas en los últimos seis años.
El Museo Picasso es como el gran Gargatúa, a pesar de su ingente cuerpo y sus dieciseis papadas, tiene hambre, siempre tiene hambre. En lo que va de década, de 2010 a 2016 ha incorporado a su colección un alto número de obras de arte y una importante documentación, pero sigue teniendo hambre, sigue queriendo más. El público general va al museo y pasea por sus salas y no ve esta hambre, pero existe y demuestra que la institución está viva y que la ambición es seguir creciendo. Ahora, por fin el público podrá ver esta gula.
El centro de la calle Montcada exhibe por primera vez al gran público las adquisiciones y donaciones más importantes del último lustro. Son unas 60 piezas entre grabados, fotografías y fondo documental diverso, sólo una pequeña muestra de un total que llega a 115 obras de arte , 19.000 documentos fotográficos y más de 24.000 documentos textuales. «Las últimas adquisiciones y donaciones demuestran la importancia de la amistad en el mundo de Picasso. Nuestro museo se nutre de esa amistad y de la pasión por la obra del artista, ya sea con dibujos, grabados, planchas, etc.», comenta Bernardo Laniado-Romero, director del centro.
Entre los nuevos fondos destacan los de David Douglas Duncan, fotógrafo y amigo de Picasso que en 2013 donó 163 fotografías que son testimonio dela vida y la obra del artista. Además, destaca la donación de la Editorial Gutavo Gili, así como la adquisición de la colección Gili-Torra. Aquí se pueden encontrar desde los libros ilustrados de «La Tauromaquia», del torero Pepe Hillo o «El entierro del conde de Orgaz», de Rafael Alberti. «Este fondo documental explica el proceso de trabajo de Picasso y cómo se implicaba en su tiraje, impresión», comentan desde el museo.
La compra del fondo Gili-Torra es uno de los esfuerzos más importantes que ha realizado la institución en los últimos años y que ha hecho que se divida el pago en cinco lotes. De momento ya se han pagado tres y las dos que faltan se podrán mostrar cuando se efectúe el pago correspondiente, aunque permanecen en depósito en el museo. «Es un fondo muy importante, donde vemos como Picasso mezcló siempre vida y arte. Intercalado con informaciones técnicas y comerciales hay comentarios personales que demuestran la fuerte relación entre Gustau Gili i Esteve y Picasso», afirma Lanaido-Romero.
Una de las joyas expuestas es un grabado de 1968, un aguafuerte sobre cobre, estampado sobre papel vitela Auvergne bautizado «Pareja» y que forma parte de las pruebas Sabartés, los grabados que solía regalar Picasso a su amigo y que incluso siguió haciendo cuando Sabartés murió. La donación de la obra es anónima, lo que confiere más misterio a la pieza.
El fondo documental del museo empieza a ser muy importante y ya es imprescindible pasar por el centro para conocer al Picasso grabador. Sin embargo, aún continúa lejos del fondo del Museo Picasso de París. «Recibieron la donación de la familia, lo que incluye su biblioteca, tickets de metro, entradas de cine. Picasso lo guardaba todo», aseguran desde el museo barcelonés.
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