Museo del Prado
Pissarro, el primer impresionista
CaixaFórum reúne 67 óleos para reivindicar el genio del pintor francés
barcelona- Dentro de los impresionistas, la figura de Camile Pissarro sobresale como el más sabio del grupo. Nacido en las Islas Vírgenes en 1830, era el mayor de todos y el maestro en la sombra que cohesionó y dio sentido al conjunto. Su pintura puede ser considerada como puente entre el realismo de Corot, Millet y Coubert y el impresionismo de Monet, Renoir y Sisley. Fue el único que participó en los ocho salones dedicados al nuevo arte. Sin embargo, no tenía la espectacularidad de un Monet ni la fuerza cromática de Renoir y su prestigio ha quedado entre las sombras de estos grandes nombres.
CaixaForum presenta una retrospectiva del pintor que busca devolver todo el esplendor a uno de los nombres claves de la historia de la pintura. La muestra reúne 67 óleos de todas sus épocas, cedidas por 47 instituciones culturales. La muestra redimensiona la figura del artista y la eleva a la categoría de genio. «La personalidad arrolladora de Monet y su enorme éxito comercial eclipsó a muchos de sus colegas. Pissarro era un corredor de fondo, menos seductor, menos llamativo, pero que ofrece un mundo propio muy rico», señaló ayer Guillermo Solana, comisario de la exposición.
«Humilde y colosal. Pissarro es el primer impresionista», declaraba Cézanne, alumno aventajadodel artista. Gaugin, Seurat, Signac, todos se acercaron a Pisarro para llevar su obra un paso más allá. «Si Monet era el pintor del agua y Sisley el del aire, Pissarro es el de la tierra. Pinta caminos, pequeños bosques y cultivos. Monet y Renoir son burgueses que ven el campo como un espacio de ocio, él lo ve como lugar de trabajo, donde las personas trabajan», comentó Solana.
El paisaje es, por tanto, el gran protagonista de la exposición. «En sus cuadros se oyen las voces profundas de la tierra, se adivina la poderosa vida de los árboles», escribía Émile Zola. Desde Pontoise a Louveciennes, pasando por los campos de Éragny, su pintura siguió el mismo curso de su vida y se centró en los paisajes que tenía a un paso de casa, con sólo abrir la ventana. «Muchos de sus cuadros están protagonizados por su propia mujer, trabajando en su huerto. Siempre estuvo muy vinculado a la tierra», dijo Solana.
La exposición se cierra con su última etapa, la más exitosa, en la que vuelve a la ciudad y se dedica a pintar los grandes bulevares parisinos. «Había pasado los 60 y se reinventa radicalmente. Por primera vez sus exposiciones se venden enteras», afirmó Solana.
«El proyecto de Montjuïc será grande»
La exposición de Pissarro nace como una extensión de la muestra que CaixaFórum dedicó al paisaje dentro de la colección Thyssen. La baronesa cuenta con cuatro Pissarros en su colección privada y otros dos expuestos en el Museo Thyssen Bornemisza. La colaboración entre CaixaForum y la colección Thyssen continúa con el proyecto del eje museístico de Montjuïc. «Va a ser muy importante, algo muy grande», declaró la baronesa. Se está constituyendo una sociedad con el Ayuntamiento, la Fira y la Generalitat y se prepara un plan urbanístico. «Hay que seguir avanzando» dijo la baronesa.
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