Reus
Primer Museo del Vermú del mundo
El empresario de Reus Joan Tàpies ha abierto el primer Museo del Vermú del mundo para exhibir su colección.
El empresario de Reus Joan Tàpies ha abierto el primer Museo del Vermú del mundo para exhibir su colección, formada por casi 5.000 objetos de 1.800 marcas distintas de este aperitivo , ha explicado a Efe el coleccionista.
El Museo es a la vez bar y restaurante, con zonas diferenciadas para los más que centenarios vermús locales que aún se elaboran en la ciudad, como Miró, Iris e Yazguirre, si bien este último se produce ahora en la población vecina de El Morell.
El concepto de museo, bar y restaurante a la vez es "para que no me cueste dinero, tampoco quiero ganarlo porque yo ya tengo otro negocio", para "situar el vermú en su propio ambiente"y "para atraer a más gente", revela este empresario avícola.
La sede está en la calle Vallroquetes 7, en un antiguo edificio de factura modernista obra de Pere Casellas que Tàpies compró y reformó con el vermú como motivo principal, hasta el punto que incluso en los lavabos hay citas sobre este licor en los espejos y las baldosas.
El Museo emplea a nueve trabajadores y también elabora su propia marca de vermú como un sello distintivo de la casa, bajo el nombre de "Cori", diminutivo de Misericordia, un nombre muy común en Reus al ser la patrona de la ciudad.
"Quiero cubrir gastos y ya está; tenía toda mi colección en un despacho de mi empresa y no lucía nada por falta de espacio y, además, solo la veían los amigos", explica.
Ya hacía diez años que pensaba en cómo ordenar la colección (mientras no paraba de alimentarla), al menos dos que negociaba el precio de la casa y "uno que el vermú se ha vuelto a poner muy de moda, así que todo fue encajando", comenta.
La colección la inició en 1982 a partir de un regalo de su padre, una botella de Cinzano Gran Reserva, que le impulsó a documentarse sobre este aperitivo, que tiene un gran arraigo en Reus al concentrar, a principios del siglo XX, más de 50 elaboradores.
Tàpies se ha documentado tanto para engrandecer su colección que "en el 2007 hice un catálogo, pedí información a Martini y ahora este catálogo está en el Museo de Enología de esta marca", explica.
Ha contabilizado 3.200 marcas y de ellas su colección posee artículos de 1.800 y reúne 1.400 botellas de 56 países, entre ellos, China -donde localizó un Miró de Reus que ya no se producía desde los años 50 del siglo XX-, Rusia o Estados Unidos.
A pesar del halo italiano del vermú por la potencia de las marcas Martini y Cinzano, el origen de este licor del que nadie revela su fórmula es alemán y entre otras muchas curiosidades que Tàpies hilvana una tras otra, contiene ajenjo, la planta base de la absenta, que provocaba locura.
La intención era prohibirla, pero "es imprescindible en cualquier vermú y en cantidades tan pequeñas que al final, no lo vetaron, también porque hubo mucha presión".
La fórmula del vermú es una selección que suele ser de unas 50 hierbas de entre 514, que se macera en un vino blanco neutro y se filtra varias veces, en un proceso "lento y laborioso que es lo que marca la diferencia".
Lo mejor para maridar el vermú, para el gusto de Tàpies, es con anchoas, servido frío en un vaso bajo, sin hielo ni fruta, solo con una aceituna y, como mucho, un dedo de sifón.
"Que cada uno lo tome como quiera, porque hacer el vermú es, también, un rato de tranquilidad y de conversación", sentencia.
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