Reivindicar es también celebrar

El Día Mundial del Teatro sirve para aglutinar al sector en un mismo grito para buscar un mayor «impulso político».

Cerca de un centenar de personas se acercaron al Teatre Tívoli para celebrar un año más el Día Mundial del Teatro. «Lamentablemente, todavía no puede ser un día festivo, sino que ha de ser reivindicativo», sentenció Àlex Casanovas, actor y presidente de la Associació d’Actors i Directors Professionals de Catalunya (AADPC), que resumió el sentir mayoritario de los profesionales que se encontraban en la sala, de actores a directores, dramaturgos, programadores, productores y responsables de teatros y que aplaudieron a rabiar las palabras de Casanovas.

El actor se quejó de que, a pesar de que se habla de la recuperación económica general, los actores no sólo no lo han notado, sino que siguen en una precariedad preocupante. «Ahora, no hay giras, sólo bolos, los sueldos se congelaron en 2011 y en 2014 incluso se bajaron y ni siquiera se respeta en muchas ocasiones el convenio que se acordó con el sector», recordó Casanovas que acabó su discurso diciendo: «Tendemos a obedecer sin preguntas cuando estamos asustados. El humor y la cultura son los únicos instrumentos para vencer este miedo. Y una sociedad enraizada en la cultura es la única que tiene derecho a sobrevivir».

El acto lo abrió Pepa López, que fue la encargada de leer el manifiesto del Día del Teatro. «Cada vez parece que la cultura no interesa, no es necesaria, no cuadra con nuestro tiempo», dijo, antes de pedir a los gobernantes «quitarse la cera de los oídos» para escuchar las necesidades del sector teatral porque «consumir cultura nos hace más libres y felices».

Le siguió el turno el actor Enric Majó, que leyó el manifiesto escrito por la actriz francesa Isabelle Huppert, quien aseguró que el teatro «es la única globalización real» y que gracias al arte teatral ha podido viajar en escena a todo el mundo y a todo los sentimientos. «Es el 55 aniversario del Día Mundial del Teatro y soy la octava mujer que escribe el manifiesto», dijo para acabar con un contundente, «nosotros no hacemos existir al teatro, sino que es el teatro el que nos permite existir a nosotros».

Los discursos institucionales continuaron con la presidenta de la Associació d’Empreses de Teatre de Catalunya (ADETCA), Beth Orfila, quien recordó que «los datos de asistencia y recaudación a los teatros están mejorando, pero estamos lejos de recuperar la musculatura de la temporada 2011-2012». El acto lo concluyó el conseller de Cultura, Santi Vila, que llegó a quejarse del reparto de los presupuestos de la Generalitat, «que por primera vez en muchos años ha aumentado un poco, pero no lo suficiente» e invitó a los asistentes a que se quejen, «a ser exigentes con los políticos,. Puede que la economía haya mejorado, pero los políticos no han reaccionado», concluyó.