El desafío independentista

Santi Vila: «Según el día, Junqueras era favorable a la DUI o a las elecciones»

Cuando Marta Rovira dijo que el Estado amenazaba con el Ejército, está mintiendo. No sé de dónde lo sacó», afirma Vila

Cuando Marta Rovira dijo que el Estado amenazaba con el Ejército, está mintiendo. No sé de dónde lo sacó», afirma Vila
Cuando Marta Rovira dijo que el Estado amenazaba con el Ejército, está mintiendo. No sé de dónde lo sacó», afirma Vilalarazon

Santi Vila (Granollers, 1973), ex conseller de Empresa, conversa con LA RAZÓN tras publicar «De héroes y traidores» (Península).

Santi Vila (Granollers, 1973), ex conseller de Empresa, conversa con LA RAZÓN tras publicar «De héroes y traidores» (Península).

–Estamos en el Hotel President. Una vez superada la causa judicial, ¿está dispuesto a volver a la política?

–El futuro no está escrito y, por tanto, ahora en 2018 nos tenemos que concentrar en asumir nuestras responsabilidades políticas –eso significa justificarnos, dar explicaciones– y las responsabilidades judiciales. Pasado esto, habrá que ver si se dan las condiciones, a mi siempre me ha gustado la política. Ahora, no es suficiente con tener ganas, también se deben dar las condiciones.

–¿Por qué cree que Junqueras no le creyó cuando, para disuadirle de la DUI, le dijo que en tres meses sería presidente y usted facilitaría su investidura como posible líder del PdeCAT?

–No lo sé, se lo debemos preguntar a él cuando pueda, que espero que sea pronto y salga de prisión. Seguro que él no se creyó que yo pudiera ser candidato y que de serlo, pensó que yo no cumpliría con mi palabra dada; o quizá, sencillamente él no se vio con fuerzas de defenderlo delante de los suyos, que se viera incapaz de avalar este golpe de timón.

–¿Fue ERC el principal boicoteador de la convocatoria de elecciones?

–Yo no lo atribuiría a ERC, porque si alguna cosa quedó clara en aquella semana o meses es que había perfiles moderados y radicales en ambos partidos, por tanto en el seno de cada partido había partidarios de una solución y de otra. En ERC había tanto gente partidaria de elecciones como gente partidaria de seguir por la unilateralidad.

–¿Cree que si todos los consellers y diputados de JxSí en la reunión matinal del 27-O hubieran cerrado filas con Puigdemont, éste hubiera omitido la presión social y hubiera convocado elecciones?

–Creo que hubiera sido más fácil y ayudado si todos le hubiéramos acompañado. Ahí, creo que se hubiera decidido a convocar elecciones.

–Artur Mas ha dicho recientemente en una entrevista que todos ellos sabían que la DUI no tenía recorrido real y sabían a las consecuencias que estaban expuestos, ¿por qué no cerraron filas con Puigdemont?

–Se lo tienes que preguntar a ellos, porque yo creo que era evidente que era un error, como defendí. Había un terreno muy sentimental y costaba mucho dar un golpe de timón. Además, Rajoy no ayudó porque todos los intentos de evitar el colapso y todas las reuniones que se habían hecho discretamente en privado se le pidió que explicara algo en público, que emitiera un mensaje tranquilizador y eso no llegó. Por eso es comprensible que hubieran sectores en el independentismo incrédulos de que ante la posibilidad de que no se produjera la DUI, se seguiría aplicando el 155.

–A usted, como intermediador, ¿le habían dado la certidumbre de que no se aplicaría el 155?

–La certidumbre no, porque se pidió que se hiciera pública y no llegó. Al final la situación se hizo muy insostenible y hubo una crisis de confianza entre los dos gobiernos, ambos quedaron atrapados en un clima de profunda desconfianza. Si hubiéramos actuado todos responsablemente, se hubiera enviado a la opinión publica mensajes de confianza.

–¿La intención era votar una resolución o había quien quería depositar toda la responsabilidad en Puigdemont y que fuera él quien la declarara?

–Hubo mucha discusión y controversia pero yo no formé parte de esta discusión, porque esto no siempre se discutía en los marcos reglados. Lo cierto es que tras el 1-O ya habían dos maneras de analizar la realidad: unos decían esto ya no da más de sí porque hay medio país independentista y otro medio no; y otros que la única manera de acabar forzando el gobierno Rajoy a dialogar era hacer un gesto político estridente como la DUI.

–¿De qué sector formaba parte Junqueras?

–Depende del día.

–¿Y Puigdemont?

–Nos escuchaba a todos. Yo estuve a punto de persuadirlo hacia mis tesis y se acabó aplicando las otras, lo que me obligó a dimitir.

–¿Puigdemont estaba convencido de la DUI o quería evitarla también a toda costa?

–Yo tengo la impresión de que por poco que le hubiéramos ayudado él hubiera preferido convocar elecciones. Pero le tenía que haber ayudado el presidente Rajoy y más gente. Tomó muchas decisiones de freno, y buscó incansablemente espacios de diálogo y no lo consiguió.

–¿Era el único dentro del Govern que respaldaba las elecciones?

–No, eso sería injusto, había consellers de ERC y Pdecat que eran partidarios de una solución moderada.

–¿Más de ERC o el Pdecat?

–Había de ambos.

–En ERC, más allá de Mundó y Bassa, ¿había algún conseller más favorable a las elecciones?

–Eran los más significados en este caso.

–¿Y del Pdecat?

–Están en activo y hacen sus carreras y se deberán ir explicando ellos de lo que decían entonces y dicen ahora.

–¿Qué le parece que Rufián le compare con Duran i Lleida?

–La opinión es libre, y los hechos son objetivos, más allá de la dinámica de las descalificaciones, debemos imponer soluciones políticas sobre la mesa.

–¿Cómo influyó el tweet de las «155 monedas de plata» de Rufián cuando se iban a convocar elecciones?

–Hizo mucho daño, a Puigdemont personalmente, y contribuyó a descarrillar el procés. Endureció el clima para hacer posible la convocatoria de elecciones.

–¿En qué se fundaron las acusaciones de Marta Rovira al Estado sobre el posible despliegue del Ejército?

–Miente, no sé de dónde lo sacó.