Partidos Políticos

Sube la presión sobre el PSC para que se sume a la consulta

Navarro tilda de «escándalo y traición a Rigol» llevar el referéndum soberanista al Congreso

Sube la presión sobre el PSC para que se sume a la consulta
Sube la presión sobre el PSC para que se sume a la consultalarazon

Sin el PSC el proceso está muy cojo. Lo saben las formaciones que impulsan la consulta soberanista, cuyos dirigentes se volcaron ayer en llamar a los socialistas catalanes a que se sumen a la iniciativa estrella que salió del debate de política general celebrado esta semana: llevar la consulta al Congreso de los Diputados. La mayoría que sumaron es amplía –CiU, ERC, ICV y CUP suman 86 de los 135 diputados del Parlament–, pero el apoyo de los socialistas es vital si quieren influir mínimamente sobre el PSOE.

Para Pere Navarro, en cambio, la resolución que aprobaron para trasladar a las Cortes «con carácter urgente» la solicitud de convocatoria de un referéndum en 2014, así como el compromiso de fijar la fecha y pregunta antes de que concluya este año, es todo un engaño. El primer secretario de los socialistas catalanes calificó de «escándalo democrático» y «traición» al ex presidente del Parlament, Joan Rigol, la resolución en cuestión. Acusó al presidente de la Generalitat, Artur Mas, de «traicionar la confianza que se le dio a Rigol y romper la unidad de las fuerzas políticas catalanas en torno a la consulta».

Nocturnidad y alevosía

El enfado de Navarro viene dado en buena medida porque, pese a los vaivenes del PSC en el proceso soberanista, el jueves había pactado una resolución a favor del derecho a decidir con CiU, ERC e ICV basada en el texto de Rigol. Los socialistas aseguraron que el nuevo texto para llevar la consulta al Congreso se les presentó 5 minutos antes de que acabara el tiempo para negociar las transacciones y esta «nocturnidad y alevosía» acabó por indignarles.

Los socialistas catalanes no se fían de las tretas de CiU y ERC a la hora de buscar apoyos de cara a la consulta y si todo el plan le puede acabar provocando un problema mayor con el PSOE con el que ha logrado sintonía en la reivindicación de una España federal. «Ésta no es la forma de hacer política por parte de unos partidos que afirman defender la democracia y la reivindican tanto pero la practican tan poco», señaló un Navarro, que avisó que «no vuelvan a pedirnos unidad quien ha demostrado una falta de respeto a un ex presidente del Parlament y a tantas entidades que suscribieron el documento de Rigol».

Por el momento, el enfado socialista se basa en que habrá «un antes y un después de esta ruptura». Cómo se traducirá en el futuro, está por ver. Para el primer secretario del PSC, el partido «no está perdido, sino que tiene una línea muy clara: decir la verdad, ser coherentes, firmes en nuestras convicciones y conver de que el camino de unos y de otros, la recentralización y la ruptura no llevan a ninguna parte». Nuevamente, reivindicó la vía federal como la que da «respuestas y soluciones».

Los intentos por atraer al PSC al frente que se visualizará en el Congreso llegaron de los principales líderes promotores de la iniciativa. Artur Mas hizo un llamamiento a la unidad de las fuerzas políticas catalanas para llevar adelante el proyecto soberanista porque «si Cataluña vive su gran proyecto de la transición nacional, del derecho a decidir, de la soberanía, incluso de la posibilidad de tener un Estado, ahora es el momento de hacer piña», aseguró el presidente de la Generalitat.

También desde CiU el portavoz del Govern, Francesc Homs, confió en que el PSC se sume finalmente a la resolución aprobada en el Parlament. «Ya encontraremos la manera, porque si están de acuerdo con el principio, ya nos adaptaremos todos para que el cómo y el cuándo sea ampliamente compartido», apuntó optimista.

Por su parte, el líder de ERC, Oriol Junqueras, está convencido de que «gran parte del PSC y de sus alcaldes, concejales, militantes y votantes» están «absolutamente al lado de la democracia» y a favor del derecho a decidir y de la «necesidad urgente» de votar el futuro de Cataluña. Por este motivo, Junqueras manifestó la voluntad de ERC de «estar a su lado» y saberse ganar la confianza de estos socialistas «para que se incorporen a este proceso».

Sumar

A su vez, el líder de ICV, Joan Herrera, reclamó al grupo del PSC en el Parlament que sea «coherente» con su programa electoral, en el que se mostraba a favor del derecho a decidir, ya que «es fundamental que sumen» a la declaración aprobada en la cámara catalana. «Lo que no puede ser es que no vayamos a Madrid para no incomodar al PSOE. Vayamos, y si es con una vía legal, que lo es, el PSC estará, estoy convencido», argumentó Herrera.

Por su parte, el PP consideró que llevar la consulta al Congreso es una «vía acertada», en palabras de su portavoz adjunto en el Parlament, Santi Rodríguez. Los populares tienen en la retina la imagen de un Ibarretxe derrotado el 2 de febrero de 2005, cuando el Congreso de los Diputados rechazó su plan soberanista por 313 votos en contra, 29 a favor y dos abstenciones. Rodríguez defendió que el presidente de la Generalitat lleve la consulta a las Cortes porque es «la institución democrática que al final tiene que decidir si la consulta se puede hacer o no».