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Todos los Sherlock Holmes en catalán
Viena Edicions inicia una nueva traducción del corpus literario del personaje de Conan Doyle.
Viena Edicions inicia una nueva traducción del corpus literario del personaje de Conan Doyle.
El hombre vive por y para su propia inteligencia y comprensión de su alrededor. En las escalas más bajas, esto quiere decir que los imbéciles se regocijarán en su propia estupidez, allí serán felices, se reconocerán y buscarán su afirmación. En las escalas más altas, esto quiere decir que los inteligentes se regocijarán en su propia inteligencia y sólo serán receptivos a los estímulos que fabrica su propia capacidad de ensimismamiento intelectual. El fenómeno, como se ve, es el mismo tanto en las escalas bajas como en las altas, así que los términos son totalmente intercambiables. Es decir, el inteligente, en el fondo, es tan imbécil como el imbécil y vice versa.
Pensemos, por ejemplo, en Sherlock Holmes, uno de los personajes más inteligentes de la historia de la literatura universal, y el mayor ejemplo de que el hombre vive por y para su propia inteligencia. Su aislamiento, su asocialibilidad, sus particularidades son un reflejo de esa inteligencia abrumadora que sólo encuentra calor en su propio estallido o fuerza. ¿Qué diferencia hay entre el mono que se masturba sin cesar en el zoo y un Holmes que deduce a toda máquina que el asesino no era el corpulento Mike el dientes, sino el sigiloso Lord Frankinsough? En realidad, nada. Los dos son maravillas de nuestra cultura pop, que busca, sobre todo, la autoreafirmación.
Ésta es la razón de que Holmes sea un personaje tan fascinante y popular, porque no es un Dios Sol inalcanzable, de inteligencia superior, sino que es un mono masturbador, como el más bajo de los seres humanos. Si Arthur Conan Doyle le hubiese dado mayores motivaciones y recompensas a su personaje que la autosatisfacción de saberse más listo que los demás, sólo hubiese gustado a una minoría, a aquellos que se creen tan inteligentes como Holmes. Y por eso Doyle es un autor que merece todos los monumentos. Holmes lo dijo mejor: «La mediocridad no conoce nada más alto que sí misma; pero el talento, oh, el talento enseguida reconoce el genio».
El célebre detective no deja nunca de estar de actualidad y ahora nos llega su enésima reencarnación, en esta ocasión en forma de su nueva recuperación al catalán, en una traducción a cargo de Xavier Zambrano y con un epílogo del historiador y miembro del Cercle Holmes Josep lluís Martín Berbois, que nos presenta de qué forma se introdujo al personaje tanto en la literatura española como en la catalana. El libro incluye un interesantísimo «Gabinete de curiosidades holmesianas» que ponene en contexto el extraordinario éxito de un personaje que acaba de cumplir 125 años de historia.
De esta forma, la editorial Viena presenta «Les aventures de Sherlock Holmes. Relats 1», en el que se inicia la reedición de sus 56 relatos breves y cuatro novelas. Aunque, como en todas las empresas, todo depende de los resultados, la intención es traducirlos de nuevo para una nueva generación después de casi cuatro décadas ausente de la sección de novedades de las librerías.
Entre los doce cuentos seleccionados para esta edición destacan obras míticas del canon holmesiano como «La lliga dels pel-roigos», «Les cinc llavors de taronja» o «La banda dels pics». También hay joyas menos brillantes, pero igual de magnéticas como «Un cas d’identitats» o «El misteri de la vall de Bascombe». En cualquier caso, el detective del 221 B de Bakes Street, siempre acompañado por su fiel Watson, volverá a demostrar que Jorge Luis Borges, T. S. Elliot, Enrique Jardiel Poncela, y otros ilustres fans de Holmes no eran más que otros de esos monos.
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