El desafío independentista
Torra eleva el tono y equipara a Sánchez y Rajoy
El president acusa al líder del Gobierno de no tener tampoco un «proyecto para Cataluña»
El president acusa al líder del Gobierno de no tener tampoco un «proyecto para Cataluña».
Al presidente de la Generalitat, Quim Torra, volvió a dar ayer una muestra más de que su paciencia con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, empieza a agotarse. Desde hace días, los elogios iniciales que vertió sobre el talante Sánchez están virando hacia un tono más desfavorable. A los últimos ultimátums que han lanzado tanto el president como Carles Puigdemont sobre la ausencia de una propuesta para Cataluña, se añadió ayer una equiparación entre el actual líder del ejecutivo español y su antecesor, Mariano Rajoy. En una entrevista en «El Punt Avui», Torra se preguntó si realmente «son diferentes» uno y otro después de constatar que Sánchez tampoco ha sido capaz de urdir un proyecto para la autonomía. «Nosotros sí tenemos proyecto. Partimos del referéndum del 1 de octubre y de la DUI del 27 de octubre», afirmó Torra.
El president, que tiene pendiente un encuentro con Sánchez en octubre en el Palau de la Generalitat, volvió a invitar a que tome «riesgos» para la próxima cita porque, a su juicio, «si es para ir a hacerse una foto, no merecerá la pena ir». «Si alguien no entiende que en los ámbitos de negociación entre las dos administraciones no se pueda abordar el derecho a la autodeterminación y la libertad de los presos, es que no entiende el punto en el que nos encontramos», advirtió Torra, en alusión también al desarrollo de la Comisión Bilateral, de la que recordó que tuvo un desenlace «decepcionante» en el primer encuentro.
En cualquier caso, lo cierto es que la «operación deshielo» que impulsó Sánchez nada más desembarcar en la Moncloa ha empezado a atisbar las primeras curvas. Y es que el presidente del Gobierno encontrará durante las próximas semanas un ciclo de movilizaciones espoleadas desde algunos sectores del independentismo que amenazan con envenenar el clima político. De ser así, podría le podría estallar el regreso a la unilateralidad y la desobediencia del independentismo, un extremo contemplado cada día con más intensidad, y podría ver muy mermada la capacidad de supervivencia de su Gobierno, ya que tanto ERC como el PDeCat son dos partidos trascendentales para que prosperen sus iniciativas y pueda mantenerse en la Moncloa. En todo caso, tanto desde la administración estatal como desde la catalana consideran prácticamente quimérico que durante este otoño se alcance cualquier acuerdo ya que todo estará condicionado por el juicio. «Hasta el juicio, será muy difícil que se normalicen las relaciones», asumen desde el Gobierno y el Govern.
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