Historia
Un rey Baltasar de verdad
Una de cada cuatro capitales de comarca aún pintan a un blanco para hacer de rey negro
Una de cada cuatro capitales de comarca aún pintan a un blanco para hacer de rey negro.
Cuando a Severino Baita le preguntan qué siente sentado en la carroza del rey Baltasar con cientos de niños locos de emoción por verle y a los que les basta una mirada suya para creerse las personas más especiales del mundo, dice que « hay que vivirlo». En 57 cabalgatas haciendo de rey negro no ha encontrado aún palabras «para expresar lo qué es ver la cara de todos esos críos». Pero que con 80 años vuelva a ponerse la corona ya indica que las palabras entusiasmo y gratitud se quedan cortas para explicar qué se siente ahí arriba.
Baita fue a su primera cabalgata en 1961 como paje. Acababa de llegar de Guinea, era un veinteañero y quería estudiar Medicina en Barcelona, aunque acabó dejándolo para trabajar de contable. Fue a la cabalgata para acompañar a un amigo que iba de Baltasar. Su amigo acabó yéndose a Madrid y el Ayuntamiento de Barcelona le propuso sustituirlo. Desde entonces, cada 5 de enero sube a la carroza.
Son tantas las generaciones de Barcelona que han crecido con Baita como referente de rey negro que hasta hay una campaña de change.org para pedirle al Ayuntamiento una calle con su nombre. Barcelona fue una de las primeras ciudades del país en tener un rey negro de verdad. En los años 60, era poco habitual ver a negros como él. Nada que ver con ahora. Aún y así, todavía hay pueblos y ciudades donde el rey Baltasar es un blanco pintado.
Para un blanco, ver al rey pintado de negro resulta ridículo. Y ¿para un negro? Esta es la pregunta que Xavi Buxeda, portavoz de «Casa Nostra Casa Vostra», una entidad que trabaja en la acogida de refugiados y migrantes, planteó a su compañero de piso, un catalán de color. El joven le dijo que le ofendía ver a reyes negros pintados. También que de pequeño no se atrevía a postularse para hacer de paje en la cabalgata de su pueblo pues creía que lo pintarían y lo veía ofensivo.
Por eso, la plataforma «Casa Nostra, CasaVostra» lanzó antes de Navidad una campaña que pide a los ayuntamientos y a las comisiones de Reyes que dejen de pintar a blancos de negro y elijan a personas negras para hacer de Baltasar.
Buxeda relata que en el siglo XVIII, en los Estados Unidos, se hacían unas obras de teatro, llamadas «minstrel», donde los actores blancos se pintaban de negro para contar historias de esclavitud. Los negros eran ridiculizados y se utilizaban para generar contenido cómico. Años después, en 1960, el movimiento por los Derechos Civiles logró que el «blackface» quedara prohibido.
Con este referente, «Casa Nostra, Casa Vostra» quiere acabar con los Baltasares pintados. Ha conseguido que este 5 de enero en tres de cada cuatro capitales de comarca haya un rey negro de verdad. En total, son 32 de 43 ciudades, ocho más que en 2018. Se han sumado Valls, Cervera, Solsona, Tremp, Móra d'Ebre, Moia, Girona y Reus. En el caso de Reus, además, habrá una comitiva de personas refugiadas. Pueblos pequeños con apenas 185 habitantes, como Vilosell han encontrado un rey negro en poblaciones vecinas. Puigcerdà, Berga y Centellas será el último año que tendrán rey pintado de negro. Alegan que no han llegado a tiempo. Y otros municipios se resisten porque escogen a los reyes en base a los méritos de sus vecinos. La cabalgata más antigua, la de Igualada, donde pintan al rey y a 1.000 pajes de negro, pensará en la campaña #BaltasardeVeritat.
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