Literatura

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Una reportera llamada Mercè Rodoreda

El nuevo y esperado volumen de la obra completa de la escritora ofrece los artículos que publicó en la Prensa republicana

Una periodista fascinante
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La publicación del tercer tomo de la obra completa de Mercè Rodoreda, casi ocho años después de la aparición de los dos primeros, nos recupera los textos juveniles de la escritora. En «Obra de juventut», publicado por Edicions 62, nos encontramos novelas como «Sóc una dona honrada?», «Crim» o «Aloma», así como un conjunto de narraciones escritas entre 1933 y 1938 que se dieron a conocer en varios periódicos y revistas barceloneses.

Sin embargo, probablemente una de las facetas más interesantes y menos divulgadas de Rodoreda que aparecen en este volumen es su trabajo periodístico. El libro recoge numerosos textos que hasta ahora permenecían dispersos en varias publicaciones de los años republicanos y que nos dibujan a la autora de «La plaça del diamant» como una reportera de gran calidad, entrevistadora de algunos de los nombres más interesantes en la literatura catalana del momento. El conjunto recopilado, bajo el cuidado de Joaquim Molas, Carme Arnau y Roser Porta, son artículos y entrevistas que abarcan únicamente dos años de la carrera de la escritora.

Entre 1932 y 1934 la firma de Mercè Rodoreda la encontramos en publicaciones como «Mirador», «La Publicitat», «La Rambla» y, sobr todo, «Clarisme» donde llega a llevar a la portadan su trabajo periodístico. Una de las facetas de esta Rodoreda es el de querer dar a conocer a mujeres con un importante peso en la vida cultural y social de la capital catalana. De esta manera podemos leer sus conversaciones con la actriz Maria Vila, la cantante Mercè Plantada o la esposa y la hija del presidente de la Generalitat Francesc Macià.

Asimismo Rodoreda dialoga con los grandes hombres de letras del momento, desde jóvenes talentos como Miquel Llor, Carles Soldevila o Sebastià Juan Arbó, a quien describe como «una mica pàl·lid, una mica ullerós, senzill i amb cara de bon xicot, em miro, amb una certa sorpresa i un molt d’admiració, aquest noi que un bon dia vingué d’Amposta, de les seves Terres de l’ebre, empès a Barcelona per la seva follia constant e fugir del que el volta i la seva gran força de voluntat».

Extraordinaria es la entrevista al veterano Apel·les Mestres, un magistral retrato tanto del mundo que lo rodeaba como del mismo escritor. El reportaje, portada de «Clarisme» el 10 de marzo de 1934, nos enseña a Mestres no solamente como narrador sino como agricultor cuidando de las flores de su huerto barcelonés.

Igualmente interesante son las crónicas en las que Mercè Rodoreda se hace cronista de la fiesta de las fallas durante una visita a Valencia, «la núvia de la Mediterrània, la terra que fou de Teodor Llorente, de Blasco Ibáñez, de Sorolla».

Mercè Rodoreda también fue crítica literaria y cinematogràfica. Por ejemplo, el 1 de diciembre de 1932, su firma aparece en «Mirador» firmando el artículo «Vampiresses d’ahor i d’avui» donde hace un repaso al papel de la mujer en el cine, fijándose en actrices como Theda Bara –«que avorria els seus directors amb exigències i capricis, no volent en els seus films cap companya que la superés en companya que la superés en bellesa, negant-se, si això s’esqueia, a seguir treballant»–, Gloria Swanson, Nita Naldi, Greta Garbo o Marlene Dietrich. De esta última recuerda su intervención en «El ángel azul»: «Jannings [protagonista de la cinta] i el seu art quedaren eclipsats per l’art de Lola-Lola, sexual i inhumana, que es possessionà de l’ànima del pobre professor, i l’enfollí amb la seva bellesa concupiscent».

Una faceta a reivindicar de la gran escritora.

La obra que queda por publicar

El proyecto editorial iniciado por Edicions 62 con la colaboración de la fundación que lleva el nombre de Rodoreda aún no ha acabado. En un texto que aparece ahora póstumamente en el nuevo tomo, Joaquim Molas señala que queda todavía por editar el teatro completo de la autora, así como su poesía y el catálogo razonado de su producción pictórica.