Valencia
Alimentación dirigida, el BLW
El bebé toma alimentos sólidos de forma autónoma y decide qué cantidad come
El bebé toma alimentos sólidos de forma autónoma y decide qué cantidad come
El baby- led weaning (BLW) podría traducirse como la alimentación dirigida por el bebé o destete dirigido por el bebé. Este tipo de alimentación promueve que el bebé tome los alimentos sólidos de forma autónoma con sus propias manos, en lugar de la alimentación convencional de purés realizada por los padres. En el BLW los padres son los que eligen qué es lo que el niño debe comer, mientras que el lactante es quien decide cuándo come y la cantidad.
A pesar de carecer de evidencia científica que avale sus beneficios, sus defensores argumentan que es la forma más fisiológica de iniciar la alimentación en el lactante. Pero antes de que los padres decidan llevarlo a cabo o no, me gustaría ofrecerles una serie de premisas para que cada cual decida lo que es más adecuado.
Antes de iniciar este tipo de alimentación es importante que el lactante haya alcanzado ciertos hitos del desarrollo, como tener interés por los alimentos, ser capaz de coger la comida con la mano y llevársela a la boca. Además debe haber adquirido el desarrollo de ciertas habilidades orales como la masticación, así como mantener una postura de sedestación aunque sea con apoyo.
La mayoría de los padres se interesan por esta práctica que argumenta fomentar en el lactante una ingesta de alimentos sanos, equilibrados y naturales, evitando el consumo de alimentos azucarados y de grasas. Rechazando a la vez los alimentos infantiles procesados. En definitiva, una manera de promover desde edades tempranas el gusto por alimentos saludables. Pero los hábitos dietéticos familiares siempre no son así y requiere que algunas familias realicen cambios importantes en su patrón alimentario habitual. El momento de la introducción de la alimentación complementaria es una oportunidad de oro para aquellas familias que no cumplen con unas prácticas nutricionales saludables, y se planteen un cambio a una alimentación más sana y equilibrada, independientemente de que opten por utilizar el método del BLW o no. Habrá un momento en que el lactante comerá los mismos alimentos que ingiere la familia y de las costumbres familiares depende que los más pequeños adquieran unos buenos hábitos de alimentación que perduran el resto de su vida, redundando a su vez en una mejor salud. Como conclusión no es necesario recurrir al BLW, para fomentar hábitos saludables de alimentación, si estos no se van a mantener. Por lo tanto, podemos alimentar al bebé con los mismos alimentos que ingiere la familia, adaptando sus texturas a las capacidades y preferencias de cada lactante, e ir introduciendo los alimentos de uno en uno, observando cuáles son sus preferencias y aversiones, a la vez que de esta forma, es más fácil detectar posibles intolerancias o alergias alimentarias. De este modo evitaremos que las familias inicien la alimentación con entusiasmo por aplicar este método, pero sin sopesar lo que realmente puede suceder, y que ante la primera tos de atragantamiento abandonen asustados, sin tener en cuenta que quizás el lactante no ha adquirido aun las habilidades necesarias para controlar los alimentos con la textura ofrecida.
En conclusión, es mejor empezar gradualmente observando a cada lactante cuáles son sus preferencias y necesidades y en base a ello modificar la consistencia o la textura de los alimentos, acordes a su desarrollo, realizando la introducción de los alimentos de forma progresiva según sea oportuno en cada caso. ¿Cuántos son los lactantes preparados para iniciar la alimentación con este método? Seguramente pocos. Hasta no hace muchos años las recomendaciones generales eran que todos los bebés debían empezar a comer los alimentos triturados, ahora parece ser, que no es apropiado comer los alimentos en forma de puré. Iniciar la alimentación según marquen las modas, puede que nos conduzca a no aportar la cantidad suficiente para cubrir las necesidades del lactante, en cuanto a nutrientes y energía, poniendo en riesgo su crecimiento y desarrollo, en una etapa tan crítica de la vida. Abogo por introducir los alimentos sólidos de forma gradual según sea conveniente para cada lactante. En conclusión, sugiero a los padres que empiecen por cambiar sus hábitos de alimentación por una dieta variada y equilibrada en cantidad suficiente, sobretodo aportando alimentos ricos en hierro, zinc y vitamina B12, además de incluir en las comidas principales verduras y frutas tan carentes en la alimentación de gran parte de las familias actuales. Tarde o temprano comerá como el resto de la familia y de ello depende gran parte de su salud.
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