Salud
Amamantar con gripe, más beneficios que riesgos
El contagio se produce 24 horas antes de padecer los síntomas. La madre crea anticuerpos que sí pasan a la leche, los virus no se transmiten
El contagio se produce 24 horas antes de padecer los síntomas. La madre crea anticuerpos que sí pasan a la leche, los virus no se transmiten
La vacuna de la gripe protege a la mujer embarazada en una etapa donde el riesgo de complicaciones por gripe puede ser más grave en el caso de sufrir la infección, pero además la vacuna administrada a la madre también protegerá al lactante durante los primeros seis meses de vida, en los que no puede ser vacunado de gripe hasta cumplir los seis meses.
Pero a pesar de que conocemos cuáles son los mecanismos de contagio de este virus, todavía existe la falsa creencia de que el virus de la gripe se transmite a través de la leche materna.
Cuando una madre lactante enferma de gripe, contagia 24 horas antes de padecer los síntomas (fiebre, tos, dolor de garganta, mucosidad, dolor muscular y de cabeza), cuando todavía ni siquiera sabe que está enferma.
Por tanto, en este tiempo el bebé habrá estado expuesto al contagio.
Destetarlo es un riesgo innecesario que hacemos correr al bebé, al no ser la leche materna el transmisor de la gripe. La gripe se contagia a través de pequeñas gotas del virus que se expulsan al estornudar, toser o hablar o por contacto directo o material contaminado (vasos, manos).
Cuando una madre lactante enferma, su organismo crea anticuerpos específicos para combatir la gripe y estos anticuerpos, sí pasarán a la leche.
Dejando de amamantar privaríamos al bebé de estos anticuerpos, valiosas defensas que van a protegerlo frente al virus.
Así que en estos casos, no sólo la madre puede seguir lactando, sino que es fundamental que lo haga, para resguardar al bebé de la enfermedad o en el caso de contagio atenuar los síntomas.
No olvidar que la evidencia actual apoya que los bebés alimentados con leche materna enferman con menos frecuencia, y si lo hacen, los síntomas son más leves que los bebés alimentados con fórmula.
En este sentido, es aconsejable seguir amamantando para ayudar al lactante a enfrentarse a la gripe y a otras infecciones.
Eso sí, manteniendo unas medidas para impedir la propagación del virus como por ejemplo ventilar la casa. Unos diez minutos pueden ser suficientes para renovar el aire y evitar que el virus se transmita.
Otra de las medidas para frenar su propagación es el uso de pañuelo de papel para taparse la boca al estornudar o toser, desechándolos después de cada uso; no toser tapándose la boca directamente con la palma de la mano y siempre lavarse las manos con agua y jabón inmediatamente después de sonarse, y sobre todo antes de dar el pecho.
Tampoco se deben compartir alimentos, vasos o cubiertos. Es importante extremar las precauciones. Incluso es recomendable usar mascarillas o pañuelos con los que taparse la boca y la nariz cuando se vaya a dar el pecho.
La mayoría de los medicamentos usados para aliviar los síntomas de la gripe (analgésicos, antitérmicos, o algunos descongestivos, antitusivos), no suponen riesgo alguno para la lactancia. Ante cualquier duda puedes encontrar información consultando la página http://www.e-lactancia.org/, en donde encontrarás la compatibilidad de los medicamentos con la lactancia
Recuerda que tanto la gripe como el resfriado son de origen vírico y no deben utilizarse antibióticos para su tratamiento y aunque la mayoría son compatibles con la lactancia, estos no deben de administrase sin prescripción médica.
Pueden enviar sus preguntas a consultalactancia@larazon.es
✕
Accede a tu cuenta para comentar