Valencia

Barberá recrimina a la oposición que olvide ideologías con tal de echarla de la Alcaldía

La Razón
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La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, aún no ha dicho de manera clara si se presentará o no a la reelección en las municipales de 2015, pero lo que tiene claro es que será por decisión propia y no por presiones, y mucho menos de la oposición, por muy empeñados que estén en echarla de la Alcaldía. Ayer volvió a criticar las actuaciones de algunos grupos en este sentido. Formaciones que «se están organizando para acabar con Barberá incluso al margen de su propia ideología». Es decir, que, a su juicio y a tenor de las alianzas entre grupos, sus opositores dan prioridad al derrocamiento frente al programa electoral. «Que sigan haciendo las maravillas que quieran; yo sigo confiando en los valencianos que valorarán el trabajo hecho».

De esta labor adelantó la reunión que celebrará en breve con los representantes del mundo empresarial a fin de coordinar decisiones de índole económica que afecten a Valencia o la cita programada el miércoles en Madrid para abordar la financiación de la primera fase del Parque Central y cuyo presupuesto supera los 31 millones.

Así se pronunció ayer la primera edil durante la presentación del Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) de la ciudad. Un acto que también aprovechó para «aclarar» el conocido como «tasazo». Según dijo respecto a la subida de las tasas e impuestos municipales para 2014, «Valencia tiene la presión fiscal más baja de las grandes ciudades».

«No hemos subido ni actualizado -el IPC- el IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles) ni el ICIO (Construcciones y Obras) ni la plusvalía ni el IAE (Actividades Económicas), sólo actualizamos el Impuesto de Vehículos porque estábamos muy por debajo y además, hemos bajado el tope para fraccionar el pago». Quiso en este punto diferenciar entre impuestos y tasas. Los primeros son «para todos los ciudadanos», mientras que las segundas solo las pagan quienes usan el servicio y se actualizan cada año con subidas del IPC, «si no perderíamos dinero».

En cuanto al Plan de Movilidad, Barberá destacó datos como que el 76,4 por ciento de los más de 1,5 millones de desplazamientos diarios que se realizan dentro de Valencia se hagan a pie, en bicicleta o en transporte público. Sin embargo, descartó, por el momento, un gran plan para peatonalizar el centro histórico. Se hará, prometió, «con un criterio de racionalidad y en aquellos lugares que beneficien la movilidad urbana», descartando, a corto y medio plazo, el cierre al tráfico de la plaza de la Reina, «pues las que se casan en la Catedral tendrán que llegar allí en coche, así como las personas mayores que tienen dificultades para caminar».