Valencia

Cañizares despolitiza el rezo por los «perseguidos por la fe»

El arzobispo de Valencia «perdona» a los que ofendieron a la Virgen y pide que no se maltrate a nadie por su condición sexual o religión

Más de 2.000 personas se dieron cita ayer en la Plaza de la Virgen de Valencia para dar testimonio de su fe por la patrona de Valencia
Más de 2.000 personas se dieron cita ayer en la Plaza de la Virgen de Valencia para dar testimonio de su fe por la patrona de Valencialarazon

El arzobispo de Valencia «perdona» a los que ofendieron a la Virgen y pide que no se maltrate a nadie por su condición sexual o religión.

«No venimos a ningún acto político, ni a una protesta ciudadana, ni con banderas, ni representando a ninguna siglas; venimos como cristianos, venimos a rezar. Los que vengan en otro sentido, se confunden». El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, se dirigió con estas palabras a las más de 2.000 personas que se dieron cita ayer en el acto de desagravio a la Virgen de los Desamparados después de que la plataforma Endavant L’Horta usara la imagen de esta besando a la Moreneta en un cartel.

No había rencor en sus palabras, dijo, pues «algunos no saben lo que hacen y la han ofendido». Por ellos también rezó, como por los cincuenta gays asesinados en un bar de Orlando (Estos Unidos). «Rezamos por todos los perseguidos y maltratados a causa de su fe o condición».

Sus palabras fueron interrumpidas en varias ocasiones por los aplausos y los vivas a la Virgen, cuya imagen presidió el rosario y la misa posterior en una plaza atestada y asediada por el calor.

Entre la multitud se encontraban jóvenes como Judit e Isabel. La primera lamentaba el uso de la imagen de la Geperudeta con estos fines porque «se podían haber puesto otras muchas. Estamos aquí para que sepan que esto es algo que nos duele».

Isabel admitió que las palabras que pronunció hace dos semanas el cardenal sobre el peligro del «Imperio gay» pudieron «haber ofendido a esas personas, pero las cosas se hablan».

«A nosotros nos ofenden y ponemos la otra mejilla. No nos liamos a tiros como en París», apostilló Judit.

Sobre la matanza de Orlando ambas coincidieron en que se trató de un acto salvaje que les duele «profundamente en el corazón».

Unos metros más allá y más serias se abanicaban con énfasis Encarna, Carmen y Pilar, tres vecinas de Valencia, ya jubiladas, que acudían para dar su apoyo al arzobispo y expresar su malestar por la ofensa. «Cada uno tiene sus ideas, solo pedimos que respeten las nuestras», señalaron casi al unísono antes del rezo.

«Hemos hecho diana»

Mientras, el colectivo que ha desatado la polémica defiende su campaña y admite que preveían la respuesta. «Sabíamos que indignaría a la Iglesia Católica. Hemos hecho diana». Justifican el cartel en que «la libertad que transmite deja en evidencia la oscuridad y el odio que transmiten ellos». Esta plataforma, sin embargo, está sola en sus argumentaciones, pues el colectivo de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales de Valencia Lambda se desvinculó de la estrategia de Endavant que, insistieron, no comparten. «Siempre hemos tenido claro que la defensa del colectivo exige respetar a cualquier otra persona, sentimiento religioso o colectivo».

También se oyeron críticas a la decisión del Ayuntamiento de colocar una pancarta con motivo del Día del Orgullo Gay en la sede de la Junta Municipal de Ciutat Vella, un edificio que se encuentra en las inmediaciones de la Catedral. Muchos fueron los que ayer consideraron que la pancarta resultaba inoportuna mientras que otros se mostraban extrañados por la idea más aún cuando el alcalde Joan Ribó criticó un par de días antes el cartel de Endavant y hacía un llamamiento al respeto por todos los símbolos religiosos y en especial por uno tan querido por los valencianos.

El acto de ayer contó con la presencia de los obispos de las Diócesis de Orihuela-Alicante, monseñor Jesús Murgui y de Segorbe-Castellón, monseñor Casimiro López. También participó el arzobispo emérito de Zaragoza, monseñor Manuel Ureña; los obispos eméritos de Lleida y de Mondoñedo-Ferrol, los monseñores Juan Piris y José Gea.

Asimismo, se pudieron ver caras conocidas como la del expresidente de la Generalitat Francisco Camps o el político y abogado Adolfo Suárez Illana, hijo del expresidente del Gobierno Adolfo Suárez.