Crisis económica

«Construí un conservatorio y ahora no puedo pagarlo»

«Construí un conservatorio y ahora no puedo pagarlo»
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La continuidad de las Diputaciones ya parece segura. El debate que está ahora sobre la mesa es el papel de una Institución que nació en el siglo XIX. Con este objetivo, el Gobierno de Mariano Rajoy trabaja en una nueva Ley que regule las competencias de las Administraciones.

– La nueva ley definirá qué debe hacer cada Institución, ¿era necesaria?

– Como alcalde, le digo que es plausible que de una vez por todas definamos las competencias. Los alcaldes nos hemos extralimitado y hemos hecho más de lo que nos correspondía. Ha sido consentido por el Estado, que no ha fijado bien las competencias, y marginados por el Gobierno y por las Autonomías, ya que no tenemos la financiación adecuada.

– ¿Se les ha ido de las manos?

– Sí, mucho. Soy el primero que a lo mejor algún día tiene que pedir disculpas a mi población. Por ejemplo, construí un conservatorio y ahora no puedo mantenerlo. Nos hemos equivocado, pero ahora es momento de rectificar.

– ¿Van a esperar hasta que se apruebe la ley para redefinir las competencias de la Diputación?

– Las sanitarias y educativas tendrían que desaparecer y, con el tiempo, también las culturales que solo se dedican a Valencia. El cambio fundamental es que un Ayuntamiento, una comarca o una mancomunidad que no llegue a los estándares de calidad automáticamente será la Diputación la que se haga cargo de sus servicios.

– ¿Ya lo está haciendo?

–Voluntariamente y para ayudar a los Ayuntamientos gracias a la economía de escala.

– ¿La crisis ha hecho que cada vez más Ayuntamientos soliciten ayuda de la Diputación?

– Sí, prestamos más servicios. La Diputación tiene capacidad administrativa y económica para ayudar. No tenemos interés, por ejemplo, en hacer la explotación del ciclo integral del agua, pero un concurso en economía de escala tiene más posibilidades de ser más barato. Además, recaudamos los impuestos de muchos pueblos, de manera que podemos cobrar automáticamente la parte del servicio prestado.

– ¿Hay Ayuntamientos vacíos de contenido?

– estamos colaborando con ellos, no sustituyéndolos. Ayuntamientos que dejen de prestar servicios hay pocos, otra cosa es que la situación económica les haga inviable la prestación de un servicio, por eso el Gobierno quiere que estén ahí las Corporaciones provinciales.

– En ese nuevo modelo, ¿sobrarían las mancomunidades?

– Si no cumplen los requisitos y no son solventes, sí. Pero lo que ha funcionado bien no hay por qué eliminarlo, siempre y cuando no generen más gastos. El problema es que las mancomunidades funcionan con aportaciones de los municipios y algunos alcaldes pagan y otros miran para otro lado. ¿Para qué tenerlas tal y como se pensaron si la Diputación tiene personal y capacidad para prestar los servicios?

– Sí parece segura la supresión de las entidades locales menores.

– La ley establece que si cumplen los estándares de calidad y son solventes, se pueden mantener. Ahora bien, queremos saber quién va a fijarlos y quién hará la inspección y la fiscalización.

– Precisamente muchos Ayuntamientos no tienen sus cuentas saneadas también por la deuda de la Generalitat.

– Es una deuda muy asfixiante pero los alcaldes del PP somos corresponsables y estamos aguantando. A Moncada le debe tres millones de euros. Sin ella, el Ayuntamiento tendría liquidez y podría pagar perfectamente a 30 días.

– ¿Se está elaborando un calendario de pagos?

– Estamos intentándolo, pero entendemos la posición del presidente. Si no le garantizan el calendario del FLA...

–¿Tan asfixiante es la deuda que mantiene con la Diputación?

– Tenemos capacidad de aguantar. Es una deuda importante, de casi 40 millones, pero la buena relación entre Rus y Fabra está ayudando. El tema del Consorcio de Bomberos sí es sangrante.

– Deben todavía su parte y no han presupuestado para 2013.

– Dicen que en junio se incorporará la cantidad, que son once millones de euros. Si no, habrá que cambiar el Consorcio.

– ¿Se impondrán tasas?

– Eso se dijo solo para el supuesto de que la Generalitat no pague, pero habría que firmar un nuevo convenio. Si no contribuye, será un usuario.

– ¿Qué opina de la disminución de ediles que planteó Rajoy?

– No creo que sea la panacea de la reducción de los gastos de la mayoría de los Ayuntamientos, pero todo se puede revisar.

– Durante el debate de la reforma de las Diputaciones se firmó la Carta de Valencia para defender la Institución, ¿qué puntos se han incluido en el proyecto de ley?

– La importancia de potenciar su papel y la necesidad de un cambio electoral para que los diputados sean elegidos por el pueblo. Con la que está cayendo, la gente piensa que son organismos que deben desaparecer, pero no conocen en realidad los servicios que prestan. Es una Institución que debe modernizarse, estar más al servicio de los ciudadanos y no desempeñar tareas impropias.

– ¿También exigen cambios en la financiación?

– Hasta ahora nos financiamos por transferencias directas del Estado y por algunos recursos propios. Pedimos una financiación acorde a los servicios que prestamos a los pueblos.

– ¿Cómo se explica que la Diputación aumente su presupuesto en plena época de ajustes?

– El presidente vio desde el primer día que la crisis podía llegar. Tanto tenemos, tanto gastamos y si no podemos hacer algo, no la hacemos. Es el modelo Rus.

– ¿Es el modelo a seguir?

– Sí, pero porque también es cierto que tenemos los ingresos del Estado con cierta seguridad. Se trata de administrar bien eso que nos dan.