Iñaki Zaragüeta
Deriva preocupante
«No te metas en el charco de la lengua» es la recomendación de algunas personas que me tienen aprecio. Es verdad que a veces este consejo, por venir de quienes vienen, me frena. Otras, sin embargo, no lo logran porque percibo políticas, renovadas con más brío que hace unas décadas, tendentes hacia un desenlace a la catalana. No me gusta. Con ello, no defiendo frenar la enseñanza del valenciano, sino que su dominio sea imprescindible para cualquier trabajo en el entramado de la Administración pública. Una cosa es que los colegios enseñen nuestra lengua, otra que sea obligatorio para ser médico de la Sanidad pública, juez, profesor, fiscal y demás.
Viene todo esto a cuento por las declaraciones que ayer realizó el presidente de Escola Valenciana, Vicent Moreno, asegurando que «para ser un país como es debido, el Gobierno valenciano ha de incluir la competencia lingüística en la Ley de Función Pública valenciana». Así lo reflejaba una información de Efe a la que doy todo el crédito.
Esta manifestación, sabemos quiénes dominan esa organización, se produce unos días después –me frené entonces- que el presidente de la Acadèmia Valenciana de la Llengua, Ramón Ferrer, confirmó que si es normal que un funcionario deba hablar castellano, también ha de ser normal que hable en valenciano, al tiempo que calificó el valenciano hoy en día como una lengua internacional y plenamente aceptada.
La manifestación de Ferrer tiene otro tono que la de Moreno, a no ser que en ella exista la misma intencionalidad expresada con más sutileza, como corresponde al cargo, para no despertar veleidades. Percibo, además, que por ahí van encaminados junto al conseller Marzà. Así es la vida.
✕
Accede a tu cuenta para comentar