Educación revisará todos los colegios tras el desplome que provocó diez heridos

Apenas pasaban diez minutos de las nueve de la mañana cuando la tierra cedió bajo sus pies. Un boquete en el suelo se tragó de repente a un grupo de alumnos de Primaria que en esos momentos daban clase en el colegio público Hispanidad de Santa Pola (Alicante). El resultado fueron diez heridos leves, entre ellos, la profesora de los pequeños y la puesta en marcha de un plan por parte de la Generalitat para que este tipo de accidentes no vuelvan a ocurrir.

Cuatro de estos escolares y la docente fueron trasladados al Hospital General de Elche con heridas en el codo y en el pie, mientras que el resto de alumnos fueron asistidos en el centro de salud de la localidad alicantina.

El accidente pudo haber tenido consecuencias mucho más graves, pero el aula siniestrada se hallaba en la planta baja. Al parecer, según las primeras hipótesis, el accidente se produjo tras ceder una parte del forjado, que se hundió hasta casi un metro de profundidad, según fuentes del Ayuntamiento.

Tras el suceso, el colegio, de unos cincuenta años de antigüedad, fue evacuado inmediatamente como medida preventiva, con un resultado rápido y satisfactorio debido a los simulacros periódicos que realizan, el último de ellos una semana antes de las vacaciones de Navidad, según fuentes del Consistorio.

Asimismo, siguiendo con las medidas de prevención, los alumnos se reubicarán en otro centro educativo mientras duren los trabajos de rehabilitación del edificio afectado.

De este modo, el lunes todos los alumnos de Primaria deben acudir como cualquier día a formar las filas a las nueve de la mañana en la explanada frente al centro, donde les recogerá un autobús y les trasladará hasta el centro «Maestro José Tovar». A las 12.30 horas les traerá de regreso al mismo lugar frente al colegio y las monitoras recogerán a los alumnos de comedor como hacen siempre para llevarlos al colegio Ramón Cuesta y los devolverán a las 15.30 horas, momento en que los escolares volverán a ser trasladados desde la explanada del Hispanidad hasta el centro de formación. Por último, a las 17:00 horas, el autobús los traerá definitivamente a la entrada de su colegio.

Por su parte, los alumnos de Infantil seguirán recibiendo sus clases en las aulas anexas al colegio Hispanidad, de construcción más reciente y separadas del edificio principal, por lo que, según explicaron, no reviste ningún tipo de peligro que puedan seguir utilizándolas, entrando por la puerta lateral del colegio como es habitual.

Vigilancia y control

El pleno del Consell, reunido ayer en Alicante, acordó tras conocer lo sucedido poner en marcha «con carácter inmediato» un plan para revisar y diagnosticar el estado de los centros escolares públicos.

El vicepresidente del Consell, José Císcar, explicó que la revisión comenzará por los más antiguos. Incidió en que la Conselleria de Educación tiene previsto acometer con la mayor celeridad posible los estudios y la programación económica de las inversiones necesarias para llevar a cabo las obras de reforma que se declaren urgentes. Sin quitar importancia a lo sucedido, Císcar aclaró que el Colegio la Hispanidad no había presentado reclamaciones sobre el mal estado de las instalaciones, por lo que calificó el suceso de «imprevisto».

Por su parte, los grupos de la oposición pidieron explicaciones por lo ocurrido. En este sentido, el secretario general del PSPV, Ximo Puig, abogó por analizar qué ha pasado, «por qué y asumir responsabilidades quien le corresponda». A su vez, EUPV y Compromís pidieron la comparecencia «urgente» de la consellera de Educación, María José Catalá, en Les Corts para que respondan por el suceso.