Infraestructuras

El Consell analiza la solvencia de los compradores del aeropuerto

Si en marzo no hay comprador, se estudiará cómo gestionarlo

Una estatua de Ripollés preside el aeropuerto, aún sin aviones, de Castellón
Una estatua de Ripollés preside el aeropuerto, aún sin aviones, de Castellónlarazon

La Generalitat está dispuesta a vender a muy buen precio el aeropuerto de Castellón, pero a alguien que demuestre su solvencia. De hecho, podría decirse que prácticamente este es el único requisito que exige el Consell para los compradores potenciales

La Generalitat está dispuesta a vender a muy buen precio el aeropuerto de Castellón, pero a alguien que demuestre su solvencia. De hecho, podría decirse que prácticamente este es el único requisito que exige el Consell para los compradores potenciales de aquellas empresas públicas - como la Ciudad de la Luz- de las que necesita deshacerse para eliminar al menos, los gastos de mantenimiento de estas instalaciones.

El Gobierno valenciano se vio obligado a realizar ayer estas aclaraciones después de que un medio de comunicación asegurase que el fondo hispano- libio, que había mostrado su intención de adquirir el aeródromo realmente, es un periodista que no dispone de patrimonio alguno.

La Generalitat no confirmó este extremo y se limitó a asegurar que cualquier venta se hará cuando se compruebe que la oferta es seria. Desde el Consell, siempre se ha hablado de que existían diferentes ofertas encima de la mesa y que en la actualidad se valora la viabilidad económica de cada una de ellas. Es más, no fue la Generalitat quien desveló la existencia de un comprador, sino el presidente de Aerocas, Carlos Fabra, quien avanzó que la oferta ascendía a 200 millones.

Días más tarde, el presidente de la Diputación de Castellón, Javier Moliner, concretó la existencia de un fondo hispano- libio que ofrecía 87,5 millones por la compra del aeropuerto y 112 millones más para invertir en infraestructuras complementarias, tales como la ampliación de la pista.

El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, nunca ha dado por cerrada la venta. Es más, asegura que el Consell no mantendrá mucho tiempo más esta instalación parada y que si, a finales de este mes no se había conseguido cerrar trato alguno, se estudiará como gestionarla de manera que el coste sea asumible para la Generalitat.

La fórmula que se utilizará todavía no se ha decidido. Se valorarán todas las posibilidades que podrían ir desde la adjudicación de la gestión de la infraestructura, lo cual podría implicar reducir la actual estructura de Aerocas, hasta la gestión directa del mismo.

Las reacciones políticas al enésimo capítulo de desventuras que rodean a este aeropuerto fueron las esperadas. El vicepresidente de la Diputación, Miguel Barrachina, acusó a los socialistas de insistir en dañar su imagen, mientras que estos exigieron que el aeródromo no sea el «cortijo de nadie». El portavoz del Bloc, Enric Nomdedéu, lamentó que lo único que se conozca de Castellón sea «la lotería, el aeropuerto, Ripollés y los parados».