Valencia

El fuego reduce a cenizas el Patrimonio de la Humanidad

Gobierno y oposición discrepan sobre el funcionamiento de los servicios municipales

Una pareja de falleros contemplan la cremà de su falla
Una pareja de falleros contemplan la cremà de su fallalarazon

Gobierno y oposición discrepan sobre el funcionamiento de los servicios municipales

La cremà puso ayer el punto y final a las primeras Fallas desde la declaración de la Unesco como fiestas Patrimonio de la Humanidad.

Tal y como estaba previsto, a las diez de la noches las infantiles, y a las doce las mayores, con las excepciones y los retrasos característicos, ayer ardieron todas las fallas plantadas en la ciudad y pueblos de alrededor poniendo el broche a una celebración histórica.

En un año en el que las fiestas han coincido con el fin de semana, el Gobierno municipal y la oposición daban ayer visiones muy distintas sobre el funcionamiento de los servicios municipales. Sin duda el más condescendiente fue el propio alcalde, Joan Ribó, quien dijo que en las Fallas de 2017 «ha funcionado mejor» la limpieza, además de valorar el «magnífico trabajo» del sector pirotécnico y el esfuerzo por la seguridad ante la masiva afluencia de visitantes, así como la ausencia de incidencias significativas.

Ribó señaló que «como mínimo, se ha duplicado el número de habitantes y mucha gente habla de un millón de personas, una cifra que evidencia que las fiestas tienen un alcance a nivel nacional e internacional». Incidió en que la limpieza «ha funcionado mejor», a pesar de haber «más gente, más verbenas y muchos botellones», aunque resaltó que hay que aumentar el reciclaje y la formación.

Además, incidió en que, aunque uno de los problemas es que hay personas que «beben demasiado» no ha habido incidentes significativos como sí ocurren en las fiestas de otras ciudades. «Hemos hecho un esfuerzo para que no hubiera problemas e incluso hemos decidido que determinados actos no se hagan en pro de la seguridad porque nos parece fundamental que con tanta gente, nos preocupemos por la seguridad».

Sin embargo, para el portavoz del PP, Eusebio Monzó «ha habido bastante improvisación por parte del tripartito en la gestión de los actos falleros del Ayuntamiento, además de una mala planificación de los operativos de limpieza y de transporte público, que han sido claramente insuficientes. Los servicios del transporte público de EMT y metro y los de limpieza se han visto desbordados porque no se ha hecho una estimación correcta del volumen de gente que se iba a mover estos días por las calles de Valencia». Añadió que «también ha habido un gran descontrol sobre la venta ambulante y los puestos de comidas sin autorización».