El juez Ceres declara secreto el libro de visitas de Canal 9

El libro de visitas de la Radio Televisión Valenciana relativo a los meses previos al viaje del Papa a Valencia en 2006 podría ser el instrumento para obtener nuevas revelaciones sobre el «caso Gurtel».

El documento contiene el nombre de las personas que participaron en las reuniones previas y preparatorias del viaje del Papa a Valencia en julio de 2006 y la causa que motivó que el juez Ceres, instructor de las seis piezas separadas de la trama principal del Gürtel, decretara el secreto del sumario parcial sobre la pieza cuatro. Dicha pieza afecta a las «presuntas irregularidades que pudieran haber tenido lugar en la contratación del Ente público RTVV con la mercantil Teconsa y que pudieran constituir delitos de prevaricación, cohecho u otros».

El secreto se refiere también «a las posibles diligencias que pudieran afectar a las piezas primera, segunda y quinta».

La decisión del juez se adoptó tras las declaraciones tomadas a una persona, cuya identidad permanece en secreto.

Su señoría explica en el auto de 28 de octubre que «esta declaración de secreto se extiende también a la investigación y diligencias que puedan practicarse por la Policía Judicial (...) referidos a la Providencia de 4 de octubre de 2013 en relación a la contestación de la RTVV realice cumplimentando el requerimiento de aportación documental acordado por la referida providencia». Es decir, al citado libro.

Fue la retrasmisión del citado Encuentro Mundial de las Familias, y la adjudicación del mismo a la empresa Teconsa, lo que está siendo investigado por su señoría. En cualquier caso, en el libro de visitas de RTVV posiblemente se reflejará, entre muchos otros, los nombres de las personas que cometieron el ilícito, si lo hubo.

Pero cabe hacer una apreciación: el juez Ceres pide dicho libro el día 4 de octubre del presente año y en ese momento no lo considera secreto sino que dicta una providencia más, dirigida a la dirección de RTVV. Es después de la declaración del pretendido «testigo» cuando su señoría decide hacer secreto el listado del libro.

Si antes no era necesario mantener la reserva y ahora sí, se puede pensar que el nombre de dicho «testigo» puede estar entre la lista de visitantes que recibió Canal 9 en aquella época, en la lista de los que se reunieron para preparar el despliegue necesario para el viaje de Benedicto XVI.

Cabe señalar también que la denominación de la fuente que aporta nueva documentación a su señoría y que provoca el secreto del sumario se ha denominado «testigo» sin que este término aparezca en ningún momento en el auto que remite su señoría y que es trasladado a los medios de comunicación.

Es cierto que dicho auto tiene algunos párrafos «ocultos» para preservar la identidad de la fuentes. Pero en los conocidos no se dice en ningún momento que sea un testigo.

No es pues extraño pensar que sea un imputado con conocimiento no solo de la adjudicación de la retrasmisión de la visita del Papa sino también de la elaboración de la Guía de Comunicación de 2005, como el auto reseña.