Navidad
El legado que deja Fray Conrado
Los belenes póstumos del religioso capuchino ayudan a los necesitados estas Navidades
Los belenes póstumos del religioso capuchino ayudan a los necesitados estas Navidades
A veces la gente cree que para hacer grandes cosas se necesita mucho, lo cierto es que con muy poco, se puede hacer mucho. Así lo demostró cada año el fraile Conrado Estruch fabricaba curiosos nacimientos elaborados con materiales recicables, que posteriormente vendía con el fin de beneficiar a las personas más desfavorecidas.
Los belenes que hizo durante este año se venden en una exposición póstuma que se inauguró el pasado 5 de diciembre para comprar alimentos a las familias necesitadas. La exhibición, que permanecerá abierta al público hasta que se agoten las existencias, se ubica en el sótano del convento de San José de Valencia, lugar donde cada año el religioso capuchino presentaba sus obras antes de las fiestas navideñas. Los portales fueron bendecidos por el superior de los capuchinos, José Vicente Esteve, tras la celebración de una eucaristía en el convento. Posteriormente, la orden quiso rendirle homenaje al fraile y expuso documental sobre su vida realizado por el Servicio Audiovisual Diocesano del Arzobispado de Valencia. La presentación póstuma de estas navidades incluye cerca de 700 nacimientos elaborados con materiales de desecho como madera, piñas, cartones, piedras, castañuelas, aparatos viejos de radio o incluso máquinas de escribir.
El fraile ingresó a los 22 años a esta orden y desde entonces su única vocación fue ayudar a los más necesitados. Falleció el pasado mes de octubre a sus 89 años tras sufrir un infarto que le mantuvo ingresado cerca de un mes y medio.
La hermana María Victoria, colaboradora durante todos estos años con la orden capuchina en la capital del Turia, destaca la «buenísima persona» que era Fray Conrado y asegura que daba absolutamente todo lo que tiene. La hermana afirma que solo pensaba en «rezar» y, aunque está segura de que se encuentra en el cielo, siente «pena de no tenerlo cerca».
El fraile utilizaba su tiempo libre para manufacturar estos curiosos belenes solidarios que empezó a fabricar desde el 1987 a base de desperdicios y materiales reciclables cuando una chica que se iba a casar y le pidió que le hiciera 60 escenas para su boda. A partir de ese momento comenzó a elaborar miles de piezas todos los años con fines caritativos.
En su última exposición benéfica realizada en colaboración con la Asociación de Amigos de San Antonio, fundada por él y su grupo hace 29 años, decidió reducir el tamaño de las escenas navideñas que construía para así aumentar las ventas y, con ellas, la recaudación destinada a la ayuda de los más desfavorecidos, a pesar de ello más de un millar de sus obras fueron vendidas en solo cinco jornadas. Días antes de la que sería su última muestra, el religioso capuchino envió un mini belén dentro de una cáscara de huevo, que a su vez representaba la cueva donde nació Jesús, al papa Francisco. El cometido de Amigos de San Antonio consiste desde entonces en ayudar a los más necesitados con ropa y alimentos que consiguen de diversas empresas, a misiones en Honduras, Guatemala, Bolivia, a la Casa Cuna de Santa Isabel de Valencia, a la asociación Pro- Vida o a comunidades religiosas.
Él se refería a sí mismo como un hombre pobre, que trabajaba con medios pobres, pero insistía que aún no teniendo dinero, daba de comer a las personas sin recursos, y es que la pobreza de la humanidad era su mayor preocupación. Por ello, además de su tradicional obra caritativa por las Navidades, Fray Conrado repartía, junto con voluntarios de la asociación Amigos de San Antonio, y personas de alta posición social que se ofrecían a realizar donaciones para colaborar con la causa, el primer martes de cada mes tanto productos no perecederos como alimentos frescos, que llegaban durante el día, a 200 familias sin recursos que asistían a las puertas del convento en Valencia.
Este año la orden capuchina se despide, de sus espectaculares belenes, de sus exposiciones, de su obra caritativa, y ante todo, dice adiós a un buen hombre que hoy que deja un legado presente, con muy poco, se puede hacer mucho.
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